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Comarca de Gordón Tu Foro de consulta y opinión
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Yosco
Registrado: 14 Abr 2007 Mensajes: 2233 Ubicación: Leioa (Vizcaya)
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Publicado: Dom Abr 29, 2007 7:54 pm Título del mensaje: A orillas del rio Bernesga |
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A orillas del rÃo Bernesga.
El rÃo se adelgaza en verano y nos ofrece su lecho de cantos rodados
Siempre tuvo vocación, el Bernesga, de aguas claras y de truchas. Pero sus orillas se llenaron durante muchos años de islán, esa capa semisólida que formaba el carbón y que algunas personas amontonaban para desecarlo y aprovecharlo para la lumbre. Asà que las truchas se quedaron por encima de Santa LucÃa, y las que asomaban el hocico en la confluencia del rÃo Casares, daban media vuelta a toda leche para buscar mosquitas que zampar o una buena piedra debajo de la cual guarecerse.
Pero de piedras, de muchas piedras formadas por cantos rodados, estaba hecho nuestro Bernesga. Un rÃo capaz de adelgazarse hasta lo indecible en el estÃo, cuando el sol de agosto pone cuarenta grados a las tres de la tarde en los tejados y las calles de Pola, y se podÃa vadear en algunos de sus puntos a pie enjuto o, como mucho, mojándote una zapatilla en un mal resbalón con el verdÃn de una piedra que se movÃa. Pero también era capaz de arrastrar carros, troncos de árboles y todo tipo de ramaje cuando en la mitad del invierno o con el deshielo temprano de una primavera se ponÃa farruco y saltaba incluso el puente. Lo que sà es cierto es que el puente aguantaba sin estorruntarse, sin ceder un centÃmetro las pilastras, valiente ante aquellas avenidas descomunales. Las aguas anegaban los salguerales y las eras, y a la altura de la fábrica de harinas se metÃa en la vega sin respetar nada que estuviera al alcance de su furor enloquecido. Pero luego se calmaba, las nieves de Busdongo se apretaban de frÃo de nuevo o ya corrÃan en agua más allá de León, camino del Esla. El rÃo bajaba alto, recordándonos su fuerza, su cabreo, pero ya no amenazaba.
Luego lo encauzaron, y con mejor o peor fortuna lo llevaron comarca de Gordón abajo un poco más domesticado.
Era en verano, sin embargo, que los guajes entrábamos en él, a la altura del salón de Visita, con aquella pista de baile al aire libre rematada en una especie de quilla que pretendÃa navegar rÃo arriba, o a la altura de la fábrica de harinas. En las pozas allà formadas nos bañamos muchas veces entre aquellas aguas que a veces bajaban negras o que siempre lo parecÃan debido al fondo impregnado de carbón. Algunas veces los baños acababan en juegos a pedrada limpia, para hacer sopas en la superficie del rÃo o, peor, para hacer punterÃa en la cabeza de alguien. La cosa fue sin querer, pero de una de esas aventuras que terminó en descalabro, conservo la cicatriz que el médico don Jesús tuvo que coser con unas cuantas grapas.
Hubo un tiempo, incluso, en que las mujeres cogÃan la tarja y lavaban la colada a sus orillas. Momento, además, idóneo para el cotilleo cotidiano que entonces se llamaba cortar trajes y que siempre fue el vehÃculo oficioso de la información en los pueblos.
Todo era en verano. Rebuscábamos en el lecho del rÃo los cantos rodados oscuros que partÃamos por la mitad y que aparecÃan con máculas doradas brillantes. Es oro, nos decÃamos, y los guardábamos como verdaderos tesoros. Los colores dorados y verdosos de los recién partidos cantos rodados nos seducÃan con promesas de rÃo aurÃfero que nunca fue nuestro Bernesga. A su orilla encontrábamos juncos que trenzábamos, cabezudos, zapateros y ranas que no escapaban a nuestro acoso.
Con el paso de los años y la mejora de las explotaciones mineras, el Bernesga fue recuperando sus aguas claras, sus fondos limpios, sus orillas de salguerales y chopos murmurando con las brisas. Sigue bajando lamiendo los cantos rodados en verano, serio en invierno, mirando al Cueto a su izquierda, la Carba, contra la que parece que se va a estrellar, para girar un poco a la derecha, dejar a un lado la sacrificada Gretosa, a la sombra del Fontañán, y enfilar hacia Huergas, Nocedo y Puente de Alba.
No sé si las truchas ya se atreven a buscar huecos entre sus piedras más acá de Santa LucÃa. Tampoco sé lo que guarda la memoria del rÃo; pero si los recuerdos son como las truchas, escurridizas, estarán donde ellas anden. Tal vez a alguien se le venga a la memoria lo que el rÃo fue. O quizás alguien más nos cuente lo que es.
Lavando ropa a orillas del Bernesga _________________ Bitácora LUCERNARIOS:
Acerca de la luz por la poesÃa.
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Bitácora ÃnsuLa CerBantaria
Ultima edición por Yosco el Sab Ene 03, 2015 2:02 pm; editado 50 veces |
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prejub
Registrado: 13 Abr 2007 Mensajes: 1964 Ubicación: León
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Publicado: Lun Abr 30, 2007 12:30 am Título del mensaje: |
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Tal vez a alguien se le venga a la memoria lo que el rÃo fue. O quizás alguien más nos cuente lo que es.
sonido
¿Habrá alguien que pueda contar algo más?,yo no
¿Alguien que lo cuente mejor?, puede ser.
Pero alguien que pueda describir nuestro rio tan conciso y sin faltar ni las dichosas piedras del oro, lo veo como meta imposible.
Amigo Yosco el relato que nos dejas de nuestro rio, ha sido como estar escuchando esa melodÃa que interpreta el mismo al chocar contra las piedras o al pasar debajo del puente o los diferentes registros que produce al mecer las salgueras, que siempre hemos tenido dentro de nosotros, la mejor sinfonÃa compuesta que nunca alcanzo los 40 principales, pero todos sabemos que es la nuestra...no sé si en Do o en La, pero la sigo sintiendo.
Gracias _________________
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VillarÃn
Registrado: 13 Abr 2007 Mensajes: 452
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Publicado: Dom May 06, 2007 6:05 pm Título del mensaje: Bernesga: Amor y poesÃa |
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BERNESGA: AMOR Y POESÃA
No es maravilla que haya sido el Bernesga motivo de honda inspiración y que un poeta la rete a levantar ufano la cerúlea frente:
Levanta ufano la cerúlea frente,
Bernesga, nuestro caudaloso rÃo... (1)
O que le asocie en el abrazo que con el TorÃo envuelve León, la ciudad que resume toda la gloria, todos los infortunios, toda las ilusiones de la tierra leonesa:
Van TorÃo y Bernesga por sus calles
y cuando a ver el uno al otro llega
reciben la ciudad en un gran llano
dándose más abajo algo la mano (2)
A última hora poesÃa ha de inspirar el Bernesga, porque la poesÃa es hija del amor. Por eso al rÃo de Gordón son aplicables las endechas de otro poeta leonés:
El valle bebe y bebe silencioso
en eses sesga el rÃo, y pasa, pasa;
rÃo es amor; es manso amor del valle...” (3)
También al Bernesga podÃa cantar Victoriano Crémer, prestigio de la musa leonesa, la canción que le inspiró otro rÃo de nuestras montañas:
Rompen el agrio desdén
con que las rocas atroces
olvidan sus frescos goces
silueta pura a cercén
entre las oscuras hoces!
¡Cuánto Eden
en la cruda maravilla;
y qué total y sencilla
al claro viento en vaivén
tu pura hermosura brilla! (4)
NOTAS
(1) Vecilla Castellanos, El León de España, canto 14, fol. 155.
(2) Ib., cant. 2, fol. 14.
(3) Dámaso Alonso, en Mundo Hispánico, Extraordinario, Núm. IX, 1957 [Asà en la nota; debe de tratarse de un estudio sobre poesÃa leonesa, pues bien es sabido que el autor de Hijos de la ira, era natural de Madrid, 1898-1990, y con ascendencia gallega y asturiana].
(4) Aplicable a sus lÃmpidos afluentes, la estrofa del poeta ya no puede serlo, sino muy metafóricamente, al Bernesga de Gordón. La industria minera contaminó la pureza de sus aguas. Pero también la industria es motivo de vida, y el rÃo, “que es amor”, cede su transparencia, su mejor gala, en aras de la felicidad de los hombres, hasta que llegue el dÃa en que, cumplidas sabias disposiciones estatales, se logre que la industria respete las bellezas y riquezas naturales. (Todas las notas son del Padre Escobar).
Fuente: ESCOBAR GARCÃA, GORDÓN, Apuntes para la historia del Municipio, 1962, p. 36. |
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Yosco
Registrado: 14 Abr 2007 Mensajes: 2233 Ubicación: Leioa (Vizcaya)
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Publicado: Dom May 06, 2007 10:51 pm Título del mensaje: |
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A última hora poesÃa ha de inspirar el Bernesga, porque la poesÃa es hija del amor.
VillarÃn
Pienso que tenemos una cita poética con el Bernesga, que se nos adentra en la comarca allá por tierras de La Vid para despedirse por Puente de Alba (¡qué nombre más sugerente) allá en tierras del vecino concejo de La Robla. La recopilación de poetas que tuvieron en sus versos las aguas y las peripecias de nuestro rÃo es de agradecer. Esperemos que otros versos y otros poemas le sigan haciendo justicia.
Estupenda entrega, VillarÃn, con la que he disfrutado mucho.
Salud. |
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Yosco
Registrado: 14 Abr 2007 Mensajes: 2233 Ubicación: Leioa (Vizcaya)
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Publicado: Dom Jul 26, 2009 4:33 pm Título del mensaje: Re: Bernesga: Amor y poesÃa |
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VillarÃn escribió: |
BERNESGA: AMOR Y POESÃA
No es maravilla que haya sido el Bernesga motivo de honda inspiración y que un poeta la rete a levantar ufano la cerúlea frente:
Levanta ufano la cerúlea frente,
Bernesga, nuestro caudaloso rÃo... (1)
O que le asocie en el abrazo que con el TorÃo envuelve León, la ciudad que resume toda la gloria, todos los infortunios, toda las ilusiones de la tierra leonesa:
Van TorÃo y Bernesga por sus calles
y cuando a ver el uno al otro llega
reciben la ciudad en un gran llano
dándose más abajo algo la mano (2)
A última hora poesÃa ha de inspirar el Bernesga, porque la poesÃa es hija del amor. Por eso al rÃo de Gordón son aplicables las endechas de otro poeta leonés:
El valle bebe y bebe silencioso
en eses sesga el rÃo, y pasa, pasa;
rÃo es amor; es manso amor del valle...†(3)
También al Bernesga podÃa cantar Victoriano Crémer, prestigio de la musa leonesa, la canción que le inspiró otro rÃo de nuestras montañas:
Rompen el agrio desdén
con que las rocas atroces
olvidan sus frescos goces
silueta pura a cercén
entre las oscuras hoces!
¡Cuánto Eden
en la cruda maravilla;
y qué total y sencilla
al claro viento en vaivén
tu pura hermosura brilla! (4)
NOTAS
(1) Vecilla Castellanos, El León de España, canto 14, fol. 155.
(2) Ib., cant. 2, fol. 14.
(3) Dámaso Alonso, en Mundo Hispánico, Extraordinario, Núm. IX, 1957 [Asà en la nota; debe de tratarse de un estudio sobre poesÃa leonesa, pues bien es sabido que el autor de Hijos de la ira, era natural de Madrid, 1898-1990, y con ascendencia gallega y asturiana].
(4) Aplicable a sus lÃmpidos afluentes, la estrofa del poeta ya no puede serlo, sino muy metafóricamente, al Bernesga de Gordón. La industria minera contaminó la pureza de sus aguas. Pero también la industria es motivo de vida, y el rÃo, “que es amorâ€, cede su transparencia, su mejor gala, en aras de la felicidad de los hombres, hasta que llegue el dÃa en que, cumplidas sabias disposiciones estatales, se logre que la industria respete las bellezas y riquezas naturales. (Todas las notas son del Padre Escobar).
Fuente: ESCOBAR GARCÃA, GORDÓN, Apuntes para la historia del Municipio, 1962, p. 36. |
Rememorando estos comentarios se me ocurre que lo que se dice un poema todavÃa no he escrito nada sobre el Bernesga; entre el hilo de agua que le adivino en estos meses de estÃo y los ahogos de sus embatidas en invierno, tal vez sea hora de encontrar el momento adecuado de escribirle a este rÃo emblemático de la comarca. O tal vez el amigo VillarÃn se anime a reanudar su inspiración con este tema local, ¿no?
Salud. |
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