Yosco
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Publicado: Vie Ago 25, 2023 8:24 pm T韙ulo del mensaje: MEMORIA XVIII ENCUENTRO 2023 |
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MEMORIA DEL XVIII ENCUENTRO 2023
MEMORIA DEL XVIII ENCUENTRO
La Pola de Gord贸n 19 de agosto de 2023
Ma帽ana veraniega. All谩 alrededor de las doce de mediod铆a los 鈥j贸venes gordoneses鈥 de aquellos m铆ticos a帽os 60 empiezan a reunirse frente a la Biblioteca Antonio Gamoneda. Y se van produciendo los primeros saludos y primeras alegr铆as porque un a帽o m谩s, y contamos ya 18, nos podemos dar un abrazo, mirarnos a los ojos, escuchar las voces reconocibles de la amistad, recibir noticias de sus vidas, compartir las nuestras.
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El sal贸n de actos ya est谩 preparado. Rafael Gonz谩lez Ayestar谩n ultima las conexiones para la proyecci贸n que acompa帽ar谩 su charla. Viene de la Universidad de Oviedo; este c谩ntabro que ha enraizado familiarmente en La Pola es el responsable de la C谩tedra 5G y ha accedido a venir para hablarnos de lo que es esto y lo que significa, sin bulos, en nuestra sociedad y en nuestras vidas, 鈥漥贸venes anal贸gicos鈥 a los que nos han llegado, en pocos a帽os, tantas novedades tecnol贸gicas y el mundo digital. La gente se va acercando entre saludos y animadas charlas. Tambi茅n har谩 acto de presencia la representaci贸n municipal invitada, con su alcalde, Antonio Garc铆a, y uno de los concejales de la corporaci贸n. Y empezamos.
Antonio Garc铆a, brevemente, nos adelantar谩 algunas noticias sobre las inversiones previstas en el concejo gordon茅s con un presupuesto ya disponible de 7 millones de euros. Entre otras actuaciones, seguir谩 adelante la de la estaci贸n de tren de La Pola para convertirla en un albergue de peregrinos y de monta帽a, un proyecto que desde los J贸venes Gordoneses ya se hab铆a propuesto a las corporaciones anteriores. El alcalde, tras su intervenci贸n y saludo, nos desear谩 una jornada feliz. Y el acto contin煤a.
Los hermanos Mallada, Paco y Jos茅 Manuel, ponen a continuaci贸n el saludo musical con el himno adoptado del tema 鈥淟os j贸venes鈥 (versi贸n de Los Mustang) y otros temas que espigados a lo largo de la ma帽ana tendr谩n continuaci贸n en la comida realizada en las instalaciones del camping. Las canciones 鈥淵a es hora de volver鈥 y 鈥淟a morcilla gordonesa鈥 no pod铆an faltar a esta cita, junto a otras nuevas y un excelente y variado popurr铆 de canciones infantiles y de corro.
Rafael Gonz谩lez har谩 entonces una exposici贸n amena, clara y, sobre todo, muy 煤til que ser谩 bien agradecida por los presentes reunidos en el evento. Ahora ya sabemos d贸nde situar la tecnolog铆a 5G y lo r谩pidamente que avanza la investigaci贸n en este campo que se est谩 convirtiendo en el motor del desarrollo econ贸mico en un mundo globalizado.
Y a continuaci贸n, pegando un salto hacia atr谩s en el tiempo de unos 70 a帽os, nos situamos en la realidad de los juegos que animaron y despertaron la imaginaci贸n de nuestra infancia. Adem谩s de algunos comentarios improvisados y el saludo a los integrantes presentes del grupo musical de Pola de Lena, Los Penikes, se leyeron tres textos sobre el tema de los juegos a cargo de Loly Guti茅rrez, Antonio Gonz谩lez y Julio Gonz谩lez que reproducimos a continuaci贸n:
CARTA DE UNA MU脩ECA A SU PRIMERA AMIGA
Loly Guti茅rrez
Es probable que ya no me recuerdes. Soy aquella mu帽eca que lleg贸 a tu vida en la festividad de los Reyes Magos del a帽o 1958.
Entonces tu no lo sab铆as, pero estuve varios d铆as, antes del seis de enero, muy cerca de tu casa. All铆, la modista me confeccion贸 un precioso abrigo de color rojo con el que me sent铆a muy elegante y sobre el cual destacaba mi cuidada melena rubia. Quer铆a impresionarte, quer铆a ser el regalo m谩s admirado por ti y, sobre todo, quer铆a que fueras muy feliz en mi compa帽铆a.
Y mis expectativas se cumplieron con creces. Desde aquel d铆a fuimos inseparables. Compart铆as conmigo tu tiempo de ocio, me vest铆as, me peinabas, me mirabas y me hablabas.
Al llegar la primavera otros juegos, otros entretenimientos, entraron en tu mundo, pero yo segu铆a teniendo un lugar privilegiado en la mayor铆a de ellos. As铆, jug谩bamos, junto a tus amigas de la 茅poca, a saltar a la comba, a la gallinita ciega, al corro de la patata, a las carreras de saco, etc. Cierto es que mi constituci贸n no me permit铆a participar activamente en alguno de ellos. En esos casos, me sentabas en el alfeizar de una ventana y, desde esa atalaya, contemplaba como aquel trozo de cuerda (soga) se balanceaba 鈥渃omo la tela de una ara帽a鈥 o como 鈥渁l pasar la barca, el barquero hablaba a las ni帽as bonitas鈥. Otras veces, sentada con vosotras en la acera, contemplaba un juego que no entend铆a del todo: se trataba de extraer de una peque帽a fardela unos huesos a los que llamabais tabas y que proced铆an, generalmente, de la articulaci贸n de la rodilla de las patas traseras de los corderos. Lanzabais las tabas al suelo y, a continuaci贸n, una pelota al aire y antes de que esta 煤ltima cayera, y con gran destreza, intentabais colocar todas las tabas en la misma posici贸n, de las cuatro posibles, y cuyos nombres no recuerdo. Si la pelota ca铆a al suelo perd铆ais el turno.
La llegada del oto帽o-invierno favorec铆a los juegos en el interior de tu casa y yo volv铆a a ser el centro de atenci贸n de tu peque帽o mundo: sea realizando simulacros de comida (鈥渃omiditas鈥) en aquellos menajes de cocina fabricados en barro; sea con sesiones de lavado, que dejaron en mis ojos azules unas incipientes cataratas, por el desgaste de su pintura; sea con sucesivas sesiones de peluquer铆a, que afectaron mucho a mi, otrora, espl茅ndida melena rubia; o con la afici贸n por vestirme y desvestirme para probarme nuevas prendas, confeccionadas con retales de alguna tela o con sobras de lana de tejer, lo cierto es que 茅ramos muy felices.
Y as铆 fue pasando nuestro tiempo compartido.
En cierto momento llegaron a tu entorno otros juguetes fabricados en madera (yoy贸, peonza); o en lata y diferentes pl谩sticos (cocinas, menajes del hogar); o de goma (pelotas, balones) as铆 como diferentes juegos de mesa (parch铆s, baraja espa帽ola, juegos reunidos, etc.), todos ellos con la clara intenci贸n de ocupar tu espacio m谩s inmediato.
Alguien decidi贸 por ti que yo ya no pod铆a ocupar un lugar preferente en tu dormitorio y fui trasladada a una especie de limbo oscuro en el que permanec铆 una corta temporada. No te culpo. T煤, querida amiga, crec铆as. Yo segu铆a siendo la misma mu帽eca, pero hab铆a envejecido. Mi precioso abrigo rojo, con el que me conociste, ya no luc铆a tan esplendoroso como entonces. Mi pelo rubio tambi茅n sufri贸 los estragos de los peines y mis ojos隆ay, mis ojos! ya te lo record茅, su color estaba desvanecido.
Pero no quiero que te entristezcas. Sabes que aqu铆 no termina nuestra historia. Quisiera recordarte que 隆a Dios gracias! yo fui restaurada y tuve otras amigas. La vida me dio la oportunidad de alegrar a otras ni帽as con las que los reyes Magos no hab铆an podido ser tan generosos y compartir con ellas otros juegos de la 茅poca.
Hasta siempre, mi primera y querida gran amiga.
JUEGOS DE CALLE Y DE CASA
Antonio Gonz谩lez
Queridos amigos y amigas.
Hoy me gustar铆a llevarlos a un emocionante viaje en el tiempo, espec铆ficamente a la d茅cada de los a帽os 60, una 茅poca llena de alegr铆a, inocencia y juegos infantiles que marcaron la infancia de muchos de nosotros. Aunque el tiempo ha pasado y la tecnolog铆a ha avanzado, recordar y valorar aquellos juegos que disfrutamos en nuestra ni帽ez nos permitir谩 apreciar la sencillez y la creatividad de aquellos d铆as.
En los a帽os 60, la vida sol铆a trascurrir en las calles y en los montes. Los ni帽os se reun铆an para jugar y divertirse al aire libre sin la necesidad de consolas de videojuegos o tel茅fonos m贸viles. Uno de los juegos m谩s emblem谩ticos de esa 茅poca era hacer casetas , ! Quien no recuerda la emoci贸n de tener un peque帽o refugio secreto en los Llanos en los pinos o la Era! Era un juego sencillo pero que nos llenaba de risas y nos manten铆a activos y saludables.
Otro juego que disfrut谩bamos eran las canicas o bolitas. Pas谩bamos horas jugando a lanzar y hacer rodar esas peque帽as esferas de vidrio en el suelo, compitiendo para ver quien ten铆a la mejor punter铆a y estrategia. Era un juego que fomentaba la habilidad manual y la concentraci贸n, y adem谩s nos permit铆a hacer nuevos amigos mientras compart铆amos esa sencilla pero entretenida actividad.
En los a帽os 60 tambi茅n tuvimos el nacimiento de algunos juguetes ic贸nicos que siguen siendo populares en la actualidad. Uno de ellos es el cl谩sico Lego. Esas peque帽as piezas de colores nos permit铆an construir todo tipo de cosas, desde casas hasta veh铆culos, y estimulaban nuestra imaginaci贸n y habilidades de resoluci贸n de problemas.
Los juegos de mesa tambi茅n tuvieron su auge en los a帽os 60. Juegos como el monopoly , la Oca y el Parch铆s se convirtieron en favoritos de las familias, y nos ensa帽aban la importancia de la paciencia, la estrategia y el trabajo en equipo.
Adem谩s de los juegos, los a帽os 60 nos brindaron la oportunidad de disfrutar de actividades al aire libre, como montar en bicicleta, patinar sobre ruedas o jugar al escondite. Estas actividades nos manten铆an activos y nos conectaba con la naturaleza y el mundo que nos rodeaba.
En aquellos tiempos, la imaginaci贸n era nuestro mejor aliado, y pod铆amos convertir cualquier cosa en un juego, una simple caja de cart贸n pod铆a ser un coche un barco o una casa, y con ella pod铆amos viajar a lugares m谩gicos sin mover un solo pie.
Es importante recordar aquellos juegos y actividades de los a帽os 60, ya que nos ense帽aron valiosas lecciones sobre el trabajo en equipo, la creatividad la amistad y la importancia de disfrutar el presente sin preocuparnoss demasiado por el futuro. Tambi茅n nos recuerdan que la felicidad no est谩 necesariamente vinculada a la tecnolog铆a o los objetos materiales, si no que puede encontrarse en las cosas m谩s simples y cotidianas.
En resumen, los juegos infantiles de los a帽os 60 fueron una 茅poca dorada de diversi贸n y creatividad. Nos ense帽aron lecciones que a煤n podemos aplicar hoy en d铆a, y nos permitieron crear recuerdos inolvidables con amigos y familiares. . As铆 que, animo a todos a rescatar la esencia de aquellos juegos y compartirlos con las nuevas generaciones, para que tambi茅n puedan experimentar la magia de una infancia llena de juegos simples pero maravillosos.
Gracias por su atenci贸n. 隆Que vivan los juegos infantiles de los a帽os 60 !
LOS BOTES ESPACIALES DE CARBURO
Julio Gonz谩lez Alonso
Antes de ser construido el ya desaparecido colegio Doctor 脕lvarez Miranda en el solar del edificio que, seg煤n creo, hab铆a sido centro de ense帽anzas medias durante la Segunda Rep煤blica y que mucho m谩s tarde y hasta d铆a de hoy acabar铆a reconvertido en Centro de Salud, se pod铆a ver una fragua pegada al costado de la pared de la izquierda del edificio de piedra y ladrillo, raseado. Por la callejuela de la fragua o herrer铆a se llegaba al r铆o Bernesga, y en su orilla hab铆a un potro de madera con todos los artilugios para herrar a los animales. Toda la margen del r铆o estaba comida de matorrales y chopos recrecidos que desafiaban a los guajes y pon铆an a prueba su esp铆ritu aventurero intentando adentrarse por entre los ramajes y, a煤n, consigui茅ndolo en gran parte.
El olor de la fragua, los fuelles y el ruido de los martillos golpeando el yunque todav铆a resuena con claridad en el recuerdo. Todo forma ya parte del paisaje infantil del pueblo animado de juegos que duraban d铆as.
El caso es que, a orillas de aquella m铆tica y casi arruinada fragua, se amontonaba el carburo, esa sustancia blancuzca y pesada de olor 谩cido que formaba parte de los residuos de la actividad de la industria.
Los guajes nos acerc谩bamos para hacernos con el carburo. A escondidas, porque nos lo ten铆an prohibido; aunque me consta que los mayores, bajo cuerda y con la complicidad del herrero y el pinche, lo consegu铆an con m谩s facilidad.
El entretenimiento consist铆a en ir hasta las eras -otras veces hasta los montes de la Gretosa- con unos botes y el carburo. Hac铆amos un agujero en la tierra, pon铆amos el carburo y le ech谩bamos agua, taponando el hueco realizado en la tierra con uno de los botes al que hab铆amos hecho un orificio en la base. Luego ven铆a lo m谩s dif铆cil. Se trataba de acercar una llama al bote para producir la explosi贸n que lo lanzaba al aire.
No siempre sal铆a como era de esperar y mucho menos a la primera; bien porque no se hab铆a formado suficiente gas o porque la operaci贸n de acercarle el fuego se demoraba demasiado. Y siempre hab铆a peligro de que te reventara el bote en las narices.
Que yo sepa, por fortuna, no hubo accidentes graves con los botes. Cuando se elevaban hacia el cielo tal vez nos imagin谩bamos ver transformarse nuestros botes en fant谩sticas naves espaciales como las que, a帽os m谩s tarde, alcanzar铆an la Luna. Mientras tanto, norteamericanos y sovi茅ticos andaban enzarzados en la carrera espacial. Pero en La Pola de Gord贸n, en aquel puebl铆n de la monta帽a leonesa, nosotros, con la ayuda del carburo de la fragua, les llev谩bamos a todos mucha ventaja.
Y SEGUIMOS...
Con m谩s canciones de Paco y Jos茅 Manuel, la firma de gran parte de los asistentes en el Libro de los Encuentros y la atenta actividad de Alfredo Garc铆a armado con su c谩mara para dejar testimonio gr谩fico de la jornada de este XVIII Encuentro, nos desplazaremos hasta las instalaciones del camping. En el men煤 no pod铆a faltar, por supuesto, nuestra personal铆sima morcilla gordonesa, antesala del resto del men煤. Ni los postres, ni las canciones, ni la alegr铆a de todos. Luego, la foto de grupo para el recuerdo. Y el deseo compartido por las 53 personas reunidas en la comida, de reunirnos en el XIX Encuentro de 2024. Solamente queda agradecer al total de los alrededor de 60 participantes en este evento su apoyo, compa帽铆a y asistencia. Despu茅s de 19 a帽os de la primera convocatoria y a pesar de la p茅rdida irreparable de algunas personas entra帽ables, poder contar con tantos j贸venes gordoneses fieles a la convocatoria solamente puede ser motivo de j煤bilo y contento. Gracias por todo ello. 隆Nos vemos en La Pola!
CANCIONES PARA UN ENCUENTRO
LOS J脫VENES
(Cliff Richard - Los Mustang)
J贸venes, 茅ramos tan j贸venes
So帽aba yo, y so帽abas t煤 y fue...
la verdadera raz贸n de mi vida,
nuestros sue帽os sin temor.
Los j贸venes quieren ser felices;
los j贸venes buscan la amistad
y al fin son de la vida el lugar
que prefiero porque tienen la verdad.
Brilla ya en tus ojos la felicidad
de verme aqu铆, junto a ti...
隆qu茅 alegr铆a siento en m铆!
J贸venes, somos aun tan j贸venes;
el tiempo sigue sin pasar
y son tus besos y tus recuerdos que vuelven
y que guardan nuestro amor.
SI ES HORA DE VOLVER
(Julio G. Alonso - V铆ctor F. Mallada)
Ya es hora de volver a las riberas
y agua de tu ni帽ez junto a los r铆os,
torrentes de la edad, a帽os de fr铆os
y adolescente amor de primaveras.
Volver a compartir las acederas
sobre los verdes prados en est铆os
de parvas y de trillas y en brav铆os
roquedales de fuentes manaderas.
T煤 llamas y a ti vengo ensimismado;
me llamas y respondo a tus anhelos
con fervor y pasi贸n de enamorado.
Si es hora de volver, sea a tus cielos
y a tus besos de escarcha y al alzado
sentir de tus sentidos y mis celos.
EL VALS DE LOS SUE脩OS PERDIDOS
(Nando Ag眉eros)
Sonaba a lo lejos la orquesta; se abr铆a
camino el verano,
vistiendo de luz y de fiesta aquel viejo amor,
callado y temprano.
Llegaste de lejos al valle, igual que ca铆da del cielo,
mi brazo cruz贸 por tu talle y unimos los dos
las manos al vuelo.
Bailamos sin saberlo un vals
que hablaba de sue帽os perdidos,
de amores que vienen y van sin a帽orar
lo que pudo haber sido.
Un pasodoble, un tango, un vals,
una balada, un corrido.
Hubiera vendido mi alma con tal de bailar
una vida contigo.
No solo recuerdo tu nombre, ni cada lunar
de tu espalda.
A煤n me conmueve en la noche
el olor de tu piel sobre hierba mojada.
Si hablaran aquellos maizales,
la luna menguante y el r铆o
y aquel coraz贸n tan cobarde que ayer fue,
fue m谩s tuyo que m铆o.
Bailamos sin saberlo un vals,
que hablaba de sue帽os perdidos,
de amores que vienen y van
sin a帽orar lo que pudo haber sido.
Un pasodoble, un tango, un vals,
una balada, un corrido.
Hubiera vendido mi alma con tal
de bailar una vida contigo.
LA MORCILLA GORDONESA
(Julio G. Alonso - V铆ctor F. Mallada)
Duele el fr铆o que azota por el Cueto
cuando el gocho se entrega a la matanza
con chillido que a toda Pola alcanza
y anuncia que su fin se lleva a efeto.
En su morir ni salgo ni me meto
que de su vida no hago la semblanza,
pongo el acento al punto en la mudanza
de su sangre en morcilla, que es un reto.
As铆 envuelta y cocida en la cebolla
con piment贸n se mezcla y da a la vida
la morcilla en el fondo de la olla.
Y cuando en los manteles es servida
m谩s sabrosa y jugosa que la molla
se celebra esta sangre as铆 embutida.
CANCIONES INFANTILES
Canciones de comba:
El cocherito ler茅 me dijo anoche鈥 y yo le dije, con gran salero, no quiero coche鈥 Si te mareas, ler茅 a la botica, ler茅 que el boticario, ler茅 te de pastillas, ler茅.
El nombre de Mar铆a..
Al pasar la barca, me dijo el barquero las ni帽as bonitas no pagan dinero, yo no soy bonita ni lo quiero ser, arriba la barca una, dos y tres.
Soy la reina de los mares y ustedes lo van a ver, tiro mi pa帽uelo al suelo y lo vuelvo a recoger. Pa帽uelito, pa帽uelito, qui茅n te pudiera tener
guardadito en el bolsillo como un pliego de papel. Una, dos y tres, salte ni帽a que vas a perder.
D贸nde est谩n las llaves, matarile鈥
Quisiera ser tan alta como la luna.
Canciones de corro:
Al corro la patata, comeremos ensalada lo que comen los se帽ores..
El patio de mi casa鈥
Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva.
Tengo una mu帽eca vestida de azul鈥 谩nimas benditas me arrodillo yo.
Asesrr铆n aserr谩n鈥 los de adelante corren mucho, los de atr谩s se quedar谩n.
Ant贸n, Ant贸n, Ant贸n pirulero, cada cual atienda su juego y el que no lo atienda pagar谩 una prenda鈥 yo s茅 la manera de dar la lata a cualquiera. _________________ Bit谩cora LUCERNARIOS:
Acerca de la luz por la poes铆a.
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Bit谩cora 脥nsuLa CerBantaria |
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