Comarca de Gordón

[Yosco]

Jóvenes gordoneses; memoria del verano 2005.


Memoria del verano 2005.


Aunque algunas impresiones sobre lo vivido y compartido el pasado 20 de Agosto ya ha sido reflejado en el tema Verano 2005, os propongo trasladar aquí los comentarios hechos y continuar con otros nuevos sobre los distintos momentos del día, conversaciones mantenidas con las demás personas, anécdotas, espectativas creadas y el grado de satisfacción o no de las mismas, lo que nos sorprendió y lo que no, y todo lo que creais conveniente aportar.

Todas las experiencias aportadas por los miembros del foro que tomamos parte en el Encuentro, y lo que podamos contar de nuestras conversaciones con aquellas otras personas que no forman parte del foro pero que sí han estado con todos el día 20, pienso que resultarán ilustrativas de lo que se puede hacer en el futuro con futuros Encuentros, ¿no os parece?

Los que habeis hecho fotos y las habeis puesto en la página de la Comarca de Gordón, más las que se puedan añadir, o que las incluyais como documentos adjuntos en las aportaciones a este tema, también nos las podeis explicar, comentar, y todos podemos utilizarlas para acompañar nuestros comentarios.

Por mi parte, puesto que he tenido el privilegio de conservar el libro de firmas titulado Libro de los Encuentros (aunque yo pensaba que sería mejor que estuviera en La Pola y no tan lejos, en Leioa), pues iré transcribiendo su contenido. En la parte relativa a las firmas, intentaré escanear los textos y ponerlos como documentos adjuntos. La lástima es que las personas que leen en el foro, pero no se han dado de alta, no podrán abrir dichos documentos.

Pues lo dicho, queda abierto el tema. Animáos, a ver si conseguimos una Memoria lo más completa posible y desde la visión particular de cada uno, pues ya sabemos que, frecuentemente, la misma cosa vivida por dos personas no es recordada y contada exactamente de la misma manera. Por ello la impresión de cada uno de nosotros será enriquecedora.

[Yosco]

Impresiones de la víspera.

El día anterior al Encuentro me encontraba nervioso. No tuve ocasión de leer las recomendaciones de Seisin porque ya estaba en León y tampoco tuve la oportunidad de entrar en el foro, así que me tomé una pastillita (un relajante muscular) y me fui pronto a la cama para intentar conciliar el sueño. Aún así me costó. Las previsiones están bien hechas -pensaba- y repasaba mentalmente la lista de las personas que se habían comprometido a madrugar aquel 20 de Agosto para recuperar nuestra presencia, nuestros abrazos, nuestras miradas, nuestra música, nuestras palabras. Intentaba imaginar el rostro de muchos, pero la memoria se me iba a las fotos y los gestos de la infancia, de los después dieciocho años, de los diecinueve o más y recordaba cómo hacía bien poco me había cruzado en la calle con Salomo y su mujer y, para ser sincero, tuve que admitir que no lo recordaba. ¿Cuántas veces me ocurrirá lo mismo mañana? -me volvía a preguntar.

Después el pensamiento volaba a la climatología. Y surgía una nueva inquietud. Ya sé que en Gordón hace frío en agosto, pero es que los pronósticos del tiempo lo estaban poniendo peor. No pasa nada, me decía a mí mismo, aunque sea en los soportales de la Plaza del Ayuntamiento nos comemos la empanada encargada por Prejub y tiramos de la bota. Pero la mente no para nunca, y vuelta a llevarme a la lista. ¿Llegará a tiempo Seisin pasando el Pajares? ¿Beberino habrá acabado bien de su boda de hoy? ¿Se nos rajará alguno? ¿Cuántos estaremos en el Lubal, finalmente?¿Entre los 40 y 45 previstos?¿Alguno más?¿Alguno menos?¿El tiempo echará para atrás a alguno?¿Habrá camisetas de recuerdo para todos? Y seguidamente los pensamientos apaciguadores del estilo: no te preocupes, todo irá bien; el Pajares estará despejado; todo el mundo tendrá su camiseta; no se me olvidará llevar el Libro de los Encuentros; tampoco va a hacer tan malo; en Gordón estamos acostumbrados al frío...

No sé en qué momento conseguí dormirme ni con qué pensamiento; tal vez rememorando algún mensaje del foro, alguno de los últimos encuentros con Andrés o Alfredo, imaginando el agua de la piscina o tratando de adivinar el olor de la empanada. Realmente no lo sé.

Desperté temprano y descansado. Lo primero que hice fue mirar al cielo. No estaba muy claro, pero tampoco se había puesto a llover. ¡Con ésto, ya podemos!, me repetía mentalmente mientras hablaba de cosas intrascendentes con Agurtzane. No pude desayunar. Bueno, no importa, me repetía a mí mismo, que tenemos empanada para subir al campo de aviación.

[Yosco]

SandraLA escribió:

Querido Julio y queridos todos,
Es difícil decidir de qué impresiones escribir porque para mí el día 20 de agosto, 2005 ha sido un día que será grabado en mi corazón para siempre. Fue un día llena de viveza, alegría y camaradería.
Las experiencias que en este momento más se destacan en mi memoria son muchas. El primer encuentro con todos enfrente de la Biblioteca donde todos me recibieron con tanto cariño. El ver y escuchar a Chon leer el escrito tan conmovedor que aún a mí, que no viví vuestra infancia, me hizo llorar. La súbida al campo de aviación que antes de venir no pensé poder hacer, con sus vistas increíbles de las montañas y del pueblo y el placer en las caras de todos al comer esas deliciosas empanadas que trajeron Alfredo y Esperanza. La comida deliciosa aparentemente sin fin en el Lubal y las sugerencias joviales de que yo probara la morcilla que obviamente deleitó a todos. Hasta vi a personas que comieron más de una porción de ella. Nuestros anfitriones tan generosas allí, Toño y su esposa (cuyo nombre en este momento se me escapa) que insistieron, con el cariño de padres, en que comiéramos más de esto y más de aquéllo. El DVD tan comovedor de Minin, hecho con tanto amor y seguramente con horas y horas y horas de trabajo, que también me hizo llorar, al sentir, al verlo, todo el amor que latía en los corazones de todos en el bar mientras nosotros lo veíamos. El momento en que Minin me regaló una copia. Sentí en ese momento algo casi indescriptible, como si todos me hubieron abrazados a la vez. Las casi tres horas de escucharos cantar, acompañados por nuestros queridos guitarristas. Aún conocí a cuatro o cinco de las canciones para poder cantarlas con vosotros. Y al final, las despedidas, llenas de emoción, la tristeza de que algo tan hermoso hubiera llegado a su fin, pero con la esperanza en los ojos de todos de volver a repetir la experiencia en encuentros futuros.
Sé que no he hablado de todo, por ejemplo, los momentos en la discoteca cuando vi la felicidad de vuestros recuerdos en vuestras caras, pero quizás, con el paso de tiempo, tenga más que añadir aquí de mis impresiones de ese día inolvidable.

Con todo mi amor para todos,
Sandra

[Yosco]

Prejub, escribió:

Jóvenes gordoneses; memoria del verano 2005.

No sé si podré destacar algo en especial, pues fueron tantos los momentos vividos, que se mezclan y no puedo decir esto fue. Yo me quedaría con el principio, es el momento del encuentro, el saludo de esa persona que hacia tanto tiempo que no cruzábamos las manos o nos damos esos besos en las mejillas, esa sensación fue inolvidable, ese algo que por dentro te hace un cosquilleo en el estomago, ese nerviosismo, que a veces te hace decir nada mas que bobadas, que después las piensas... ¿pero que he dicho?.Para muestra un botón, en una conversación con Agurtzane, me descentre geográficamente; Al decirla, que estuve de pequeño en Sestao, en una zona que era limítrofe con Baracaldo y pensándolo después, vi que me había confundido completamente; Donde yo estuve, si fue en Sestao, pero limitando con Portugalete, esta es una pequeña anécdota, que no tiene la mayor importancia, pero son estas pequeñas cosas que te quedan grabadas.
Y así podrán ir viniendo recuerdos de ese dia, que siempre quedara muy dentro, esa conversación, que intente tener con todos y todas y que en este momento no viene a la memoria y algunas también de tipo privado, que te llevan a ese embeleso que necesitas de cuando en cuando.
Mañana si dios quiere y “el alemán� me deja, intentare contar alguna aventura
Un abrazo

[Yosco]

Seisin, escribió:

Mis emociones, sentimientos e impresiones respecto al I Encuentro de jóvenes gordoneses de los sesenta, se pueden resumir en dos detalles:

1º.- Lo expresado al inicio del DVD: Lo mejor de un sueño es convertirlo en realidad. Nuestro sueño particular durante largos meses se hizo realidad el veinte de agosto.

2º.- Las camisetas de recuerdo, ambas, la mía y la de Magda, están guardadas como reliquias. No encontramos ocasión o razón de entidad suficiente, tras esa fecha y ese lugar, para lucirlas.

Como conclusión, lo que escribí en el anterior foro: Gracias a todos por contribuir a hacer ese día inolvidable.

Nos vemos.

[Yosco]

Legionense, escribió:


Jóvenes gordoneses; memoria del verano 2005.

-Los momentos se amontonan, aún ahora, y no sabría definir ese instante porque fueron varios.

-Lo primero, ese reencuentro con los amigos de juventud, después de más de 25 años en el caso de algunos, algo más en el caso de otros y algo menos en otros casos, pero de cualquier forma, muchos, muchos años después se ha realizado lo que yo considero fenómeno social a nivel personal. Destacar caso por caso, pues quizá en otro tema, hoy estoy generalizando.

-El día fue largo, pero intenso, y con la felicidad que derrochábamos nos dió tiempo a conversar y compartir esos momentos y temas que llevaban tantos años de retraso. El visitar el viejo salón de baile de Visita, buen detalle por parte de Vicente, cuan pequeño lo vi, ahora, cuando en mi memoria ahí dentro, había tanta gente, y hasta bailábamos, cómo cambia la percepción, de la realidad con lo que tienes en el cihip de la memoria.

-Otro momento anterior y muy agradable, fue el pasado en el campo de la aviación,cuantos recuerdos, y además animados por la empanada y el vino en bota, que todo lo mejora, en fin , que todavía es accesible subir hasta ahí, hasta para los mayores.

-En cuanto al menú del restaurante, sólo decir que fue acertado y muy bien elaborado, bien condimentado y abundante, eso para quien corresponda, que es para los empleados y además amigos de Lubal.

-Un aspecto que me gustaría comentar, es que tendimos todos a agruparnos en las mesas en función de la familia o amigo más habitual, como en las bodas,vamos,que no está mal, claro que no, es sólo una opinión.

-En fin, otros hablarán de de sus virtudes, yo hablo de las que viví. Tiempo habrá de comentarios y anecdotas, que las habrá, digo yo. Saludos.

[Yosco]

Bgrobles, escribió:


Queridos amigos:
Despues de varios dias intentandolo, al fin he conseguido registrarme y entrar en este nuevo foro, que espero sea al menos tan productivo como el anterior.
Intentare expresar de una manera clara y sencilla, lo que para mi represento este dia. Lo que mas deseaba era poder conocer, reconocer y en algunos casos poner rostro a aquellas personas con las que a traves de este foro tantas veces habia hablado. Para mi la referencia que tenia sobre algunas personas era la de saber donde habian vivido y quienes eran o podian ser sus familiares dentro de la comarca. En algunos casos, la mayoria, la diferencia de edad - y no estoy llamando viejo a nadie - era un handicap ya que me daba cuenta que era muy dificil que en mi etapa de crio pudiese haber coincido con ellos de manera regular ya sea en juegos o cualquier otro tipo de actividad. De todas maneras sabia que habia algo que a todos nos unia y eso pudo en un momento determinado salvar esa diferencia generacional entre muchos de vosotros y yo, ya que mientras a la gran mayoria os unian los recuerdos de juventud y las experiencias vividas juntos, eso era precisamente lo que a mi me faltaba.
Sin embargo he de decir que las charlas con todos fueron muy entretenidas y sobre todo muy divertidas, como no podia ser menos.
Por eso desde aqui lanzo un mensaje a todos aquellos de mi generacion, que sé que los hay que leen el foro, que se unan a nosotros para compartir experiencias y vivencias, que no sean timidos y que sepan que este primer encuentro no es mas que el embrion de una relacion de amistad y afecto entre todos los que de alguna manera u otra le debemos tanto al lugar que nos vio nacer y crecer.

saludos . bgrobles.

[Yosco]

Alrededor de las nueve de la mañana entrábamos en Pola. Dos cosas llamaban la atención, además del frío que se adivinaba detrás de algunos nubarrones que iban y venían, y eran los túneles del tren y la vega ocupada por las naves para la construcción de dovelas y la ausencia de gente en las calles de La Pola. Una vez más -pensé- acertó Seisin. También -me decía- será fácil no confundirse y saludar a alguien que no acuda a la cita.

Con todo, a la altura del Preventorio es a Seisin al primer conocido que encuentro. Acababa de dejar su coche. Le avisé y paré inmediatamente. Fue una gran alegría darle un abrazo y reconocer que el muy jodido se conserva de forma fantástica. Presentación rápida, aquí mi mujer, aquí Seisin y Magda que no pudo venir. Seguimos hacia el Ayuntamiento para aparcar casi enfrente de donde estuvo el mítico taller de Llamas, el de las bicis y el cine aquel con gallinero en donde se fumaba y comían pipas, además de convertirse en sala de bailes en su tiempo, según creo que nos contó Ijsbeer.

Esperanza nos envió directamente a la Biblioteca. Esperamos a Sole y Guillermo y a la vuelta de la pequeña calle que lleva a la plaza que fue del Mercado y ahora se llama del Cardenal Aguirre, un pequeño grupo esperaba; unas quince personas entre las que se encontraban Toño, Chon, Salomo, Sandra, Alfredo, Emiliano, Andrés Mieres en manga corta al igual que el otro Andrés (Aneane) y Benjamín, entre otros. El frío se mezclaba entre los comentarios y primeras preguntas. Por cierto, que se me vinieron a la cabeza algunos parecidos (es broma, espero que no os lo tomeis mal), como el de Benjamín con Zaplana o el de Emiliano con Azcuna, el alcalde de Bilbao.

Los minutos pasaban y poco a poco se acercaban más amigos a la cita, como Jesús del Olmo y su mujer o el mismísimo Eloy José. Lo vi atravesar la plaza, despacio, con la tranquilidad que le caracterizó siempre. Enseguida lo reconocí y también me produjo una alegría enorme, pues era una de las personas que no habían aparecido en el foro ni sabía que estuviera enterada de la convocatoria. Eloy José, el que bautizó al conjunto musical de La Pola con el nombre de Los Latosos, seguía como siempre, con sorna y una memoria increible para las canciones de Gordón como demostró en la sobremesa del Lubal, trayendo una canción detrás de otra y cantándolas con todas sus letras.

Pasadas las nueve y media, decidimos ir subiendo a la Biblioteca. Para mí resultó una sorpresa, porque imaginaba que nos reuniríamos en la misma Biblioteca y no sabía que había un salón de actos en el piso superior perfectamente equipado con buenas butacas, mesa para conferencias, megafonía y una iluminación estupenda.

Un poco más tarde llegarían Gelines Toribio, Angelines González, Mari Elena y Jose Luí Gordón, además de otra persona entrañable en la vida social de La Pola, nuestro amigo Morales, trayendo con él la dulzaina.

En fin, que ya espantado el frío y la primera tensión de la espera, las alrededor de las veinticinco personas iniciales de la primera cita, decidimos dar comienzo oficialmente al Encuentro del 20 de Agosto, con el que seguiremos.

Fotos de la página www.comarcadegordon.net

[Yosco]

Memoria del Encuentro. La buena Memoria.

Sigo recordando la subida por las escaleras de la Biblioteca Municipal. Cuando esperaba encontrarme entre libros y en el espacio de lectura, me hallé en un salón de actos estupendo, confortable, con un buen aforo y servicio de megafonía. Fue una sorpresa muy agradable.

Las primeras palabras que dirigí a los reunidos fueron para dar las gracias -eso que suele hacerse al final- a todos cuantos se animaron a madrugar y enfrentarse al frío, a Chon por haber decidido venir y a Alfredo por haber puesto en marcha el foro desde el cual se hizo posible la convocatoria. Creo que subrayé que si habíamos esperado casi treinta años para intentar reunirnos, no volveríamos a esperar otros treinta... Pero eso es algo que queda en manos de todos. Expliqué cual era la idea del Libro de Los Encuentros y que las personas que no iban a estar en la comida que no se olvidaran de recoger una camiseta de las preparadas para este día.

Luego dimos la palabra a Chon que nos leyó el Saluda que conoceis y que podeis leer en el tema de El Libro de Los Encuentros. Fue realmente emocionante y admirable que una persona de La Pola, en nombre de nuestras madres y padres, nos dirigiera aquellas palabras tan sentidas y tan justas. Tengo que confesar que mis padres, cuando leyeron su escrito, no pudieron evitar la emoción y que se sintieron muy identificados con todo lo dicho.

Cuando nadie más parecía dispuesto a hablar, Emiliano subió al estrado y nos dirigió unas palabras en las que nos explicó esa sensación extraña de no sentirse casi de ninguna parte, pues en Holanda le consideraban español y en su pueblo le llamaban holandés. Pero reivindicó, por encima de todo, su sentimiento de ser español y su sentimiento de ser europeo. Tal vez por todo ello aquel día estaba también allí, entre nosotros. Pero es algo que él mismo tendrá ocasión de contarnos en algún momento. Me encantaron sus palabras, tan vibrantes y sinceras.

Y, de repente, Juan Morales se adelanta con su dulzaina desde los asientos del fondo. La noche había sido larga, pero hizo el esfuerzo de aparecer para ofrecernos un par de canciones interpretadas con tan difícil instrumento. A pesar de las dificultades, salió airoso del trance y todos le agradecimos el detalle.

Mino, en el último momento, me regaló un disco con todas las canciones de los Beatles por haber participado en el concurso de música que organiza en su página del Instituto Batán de Mieres. Siempre es un privilegio poder disponer de toda la discografía de los Beatles, y por eso acertó plenamente al elegir el premio.

Y empezaron, mientras en el salón de actos charlábamos algunos, nos saludábamos otros, las firmas en el Libro de Los Encuentros. ¡Y de allí... hasta el Campo de Aviación!. Pero en otro momento.

Salud.





Apertura del Encuentro, Chon y Emiliano nos hablan, Morales a la dulzaina y primeras firmas del día 20 de Agosto de 2005.

[Yosco]

El campo de aviación.

Recuerdo con agrado la sensación del aire frío al salir de la Biblioteca. La mañana estaba avanzada pero las nubes se resistían a abandonar las montañas, formando claros por los que el cielo se abría azul. Pausadamente, sin prisas, fuimos ocupando el espacio de la que fue plaza del mercado, plaza del Instituto, plaza con castaños (¿o eran nogales?) y pilón, plaza del Cardenal Aguirre. Y cogiendo por la calleja de los Piñero -los taxistas del pueblo que tuvieron aquellos coches emblemáticos de los que hemos hablado y volveremos a hablar- dejamos a un lado el que siempre fue puente de la estación por encima del río Bernesga para llegar al cruce con la Avenida de la Constitución. Unos por delante, otros por detrás y muchos comentarios, yo viví allí, aquí la lechería en sus primeros tiempos, la peluquería de Atilano, ¿os acordais de Luís el sastre?, el bar Español y la tienda de Miro con escaparate de libros donde se apoyaba el Enano para cambiar mecheros... Compartí un rato de conversación con unos y otros, y todos tenían más de un recuerdo, una opinión, una propuesta. Me gustó pasear tranquilamente hacia la iglesia, rebasar el chalé de Mari la americana, la casa de los Lozano, el cuartel. Llegar a las escuelas, horas de clases con tinteros en la mesa y pluma de palillero, juegos en los patios, uno de los chicos, otro de las chicas, el manro, el toro, y otros que se han mencionado en el foro; tardes de matemáticas, quebrados, reglas de tres, y don Julio contándonos el futuro. Todo eso y mucho más se me venía a la cabeza y al corazón. Dije algunas cosas, otras las callé. Como todos. Y más allá el Piélago por donde subio más de una vuelta ciclista a España.

En el último tramo, por el nuevo camino del cementerio, Benjamín y Mino me contaron otras cosas, Benjamín sobre las inquietudes de la educación actual, la formación de los jóvenes, los valores, el sistema educativo actual; Mino, sobre algunas experiencias gratas y otras menos gratas de la profesión, esta profesión nuestra de acompañar en el aprendizaje a esas personas que llamamos niños.

Y al final, aterrizamos en el campo de aviación. Alguien venía detrás, con esfuerzo, con ayuda, después de haber salido de un accidente de automovil muy grave. Llegó y compartió la empanada que Alfredo había subido hasta allí. El vino de la bota corría fresquito. La empanada ayudaba a entender mejor a ese frío que en La Pola llamamos fresco. Julián me contaba cual era la situación de los montes; me decía que no se podía arrancar ni una escoba, que atropar el té de roca que siempre hemos buscado en el verano por la Carba, estaba prohibido; y Gásquez -todavía con un resto de resaca que el viento no acababa de llevarse- me hablaba de todo lo que se podía ver en la Vega, ocupada por las máquinas para hacer los túneles del tren, de cómo cambiaría el paisaje. Lo comentábamos con un punto de preocupación. Un balón rodó por los sitios donde lo hicieron antes, hace ahora muchos años, los balones de los partidos de fútbol de los jueves por la tarde con la escuela. Y todos charlaban, señalando aquí y allá, las cuevas, el camino de los Barrios, el Fontañán, el río Casares que llamamos siempre de Beberino...

Lo que más me agradó fue sentir que no había protagonistas, que nos dirigiamos a un lado u otro en grupo, decidiendo de una manera espontánea e informal. Y así iniciamos el descenso. Nardo me hablaba de su afición a la bicicleta y cómo se organiza para hacer las salidas; Morales del agua de la fuente y de Barcelona. Bajamos la cuesta a pie de los pinos hacia el Preventorio. Atravesar la carretera y coger la cuesta del juzgado, la antes calle de Eduardo �lvarez el Gameu, ahora en ese tramo llamada del Poeta Manuel García Brugos.

Las anécdotas se sucedían. Las antiguas escuelas que, ya abandonadas, frecuentábamos los guajes y hacíamos lugar de juegos y más de una travesura como romper a pedrada limpia, sin inmutarse, todos los cristales de la fachada... Y me llamó la atención que esta cuesta conserva todavía rincones típicos de lo que fue el pueblo, con casonas y balconadas y portalones de carros.

Tardábamos bastante en avanzar y proseguir con el paseo porque, además de las inevitables y necesarias paradas, nos tropezábamos con gente conocida y se prodigaban los saludos. Unos por delante y otros, cien metros más atrás, conversando con conocidos. Así llegamos al punto de origen del Encuentro, la plaza del Ayuntamiento con su torre del reloj, el mismo que Mino hizo aparecer en su vídeo marcando la hora exacta del Encuentro, las 9 de la mañana de un 20 de Agosto de 2005.

Y en otro ratín, un poco más...

Salud.

La subida hasta el campo de aviación, sosegada, y aquí y allá nuestros paisajes...

Bajamos. Un vuelo suave con el peligro de la carretera. Y la entrañable cuesta del juzgado, la calle de los escritores de La Pola...

[Yosco]

Del Preventorio a la Sala de baile de Visita.

Llegar a los jardines del Preventorio nos costó un poquitín, pero llegamos. El sol nos acompañó desde entonces con más fuerza y el verde de los jardines lucía en todo su esplendor. Varias fotos, el mismo grupo al que todavía se unirían más tarde algunos amigos más.

La idea de la piscina que nos había sugerido Seisin, quedó descartada porque el frío era notable a pesar de que el sol se mostraba dueño y señor de los cielos de Gordón.

Como a la ida, la vuelta a la plaza del Ayuntamiento, primero, y luego al Mesón de la plaza que se llamó del Pueblo, del Mercado, del Instituto y no sé cuántos nombres más y que ahora lleva el de Cardenal Aguirre, se alargó en saludos a conocidos que, a esas horas, ya paseaban por La Pola. Volvía con Gásquez (Quesagaz) y tuvimos unas palabras con Manolo, quien nos dijo que había que hacer más Encuentros como éste, pero contando con el Ayuntamiento para traer a más gente como hacen en Santa Lucía. No nos pareció mala idea a ninguno. Más adelante tuvimos ocasión de volver a hablar con Chon, una mujer admirable y encantadora, llena de vida y entusiasmo desbordado. Luego, poco a poco, nos unimos a la avanzadilla del grupo que ya había tomado asiento en las mesas del Mesón debajo de los soportales de la plaza.

De nuevo compartimos la empanada que habíamos dado comienzo en el campo de aviación, mientras nos tomamos algunos vinos y cervezas. Tuve ocasión, entonces, de saludar a Guillermito Lozano y recordarle que todavía conservaba una fotografía de cuando hicimos uno de aquellos campamentos de la O.J.E. en La Vecilla, en la que también están Carlos Valbuena y creo que Isidorín. Le pregunté si veía algún inconveniente en que se la mandara a Alfredo para ponerla en la Galería de Fotos de su página, y me respondió que no había ningún problema, que era una idea que le encantaba. Recordé que su hermano Chano me había informado, cuando pasamos por allí, de que estaban restaurando la techumbre de la capilla de San Antón adosada a la plaza del Ayuntamiento. Fue un encuentro muy grato.

Y surgió la sorpresa; Vicente -Titín como me gusta llamarle, con su permiso- nos abrió las puertas de la antigua Sala de bailes Fontañán, más conocida como el Salón de Visita. Y volvimos a pisar su suelo, acercarnos a sus paredes. Todavía podían apreciarse zonas embaldosadas con las baldosas originales y el rincón que ocupaba el templete o escenario para los músicos. Allí tocaron los Penikes, uno de cuyos miembros estaba presente y con un punto de emoción a la hora de hacerse la foto; era Guillermo, el que fue batería del grupo en los años sesenta, los de los jóvenes gordoneses que estábamos reunidos después de treinta y muchos años.

Conversamos y recuperamos días, tardes y noches de baile. Algunos amores primeros, algunos amores segundos o terceros. El amor de siempre que se nos anda por ahí con diecipocos años a orillas del Bernesga.

Y el tiempo que pasa tan rápido. Alguien recuerda, yo recuerdo, que la comida estaba prevista para las dos y media. Eran las dos y media y nos costaba despegarnos de los recuerdos de la Sala de baile. Pero al final arrancamos hacia Vega y los fogones del Lubal, en las manos de la familia de Toño y Cristina, jóvenes gordoneses de los 60. Y allí llegamos... sólo un poco más tarde.

Salud.

[Yosco]

El Lubal, en Vega.

Casi con una puntualidad británica (¿no son puntuales los británicos?) nos plantamos en el Restaurante Lubal de Vega. Nos faltaba un comensal que nos había avisado de la dificultad de llegar antes, pero a las 3 en punto consiguió reunirse con nosotros; era Manolo, con quien había compartido la idea de poner en marcha este Encuentro. Y con él sumamos los 45 de la lista. Ya podíamos empezar.

El orden para sentarse no estaba establecido, así que cada cual fue ocupando aquellos sitios que le caían más cerca de las personas con las que tenía más relación o mayor afinidad y, en muchos casos, la casualidad hizo el resto. Yo me encontré entre mi hermana Sole, Guillermo, Andrés Mieres y los Lozano; al fondo podía ver a Sandra, Angelines González, Maria Elena, Santiago y su mujer. Más allá estaban Emiliano y Arien, Vicente, Benjamín... Lo más importante era el clima de tranquilidad y la espectación sobre el menú, con su toque local en las morcillas gordonesas y el cordero. En la mesa de la otra parte del comedor, con idénticas ganas de entrarle al menú, andaban -entre otros- Manolo Robles, Mino, Castillo, Poli, Chuchi, Toño González, Nardo, Jose Luís Gordón o Castillo... ¡el promotor de la célebre idea de la empanada!

Antes de comenzar la comida, todavía echamos unos minutos para pedir firmas para el Libro de Los Encuentros y para repartir las camisetas conmemorativas del Encuentro, que en negro sobre blanco decían: Jóvenes gordoneses de los años 60, 1er Encuentro 2005.

Porque de Gordón éramos casi todos. De Los Barrios, de Cabornera, de La Pola, de Vega, de Beberino, de Buiza... Tal vez me olvide de alguien de algún otro pueblo, pero siempre estaremos a tiempo de corregir y completar... También de otros lugares, aunque vinculados a Gordón por una u otra razón, como Sandra que vino desde Los �ngeles o mi mujer, Agurtzane, de Vizcaya, que aceptó la invitación de acompañarnos. Lo mejor de todo es que esas diferencias de origen ni se notaron, pues todos establecimos una comunicación fluida y alegre.

Quiero destacar, aparte del menú del que Castillo ya hizo tema aparte en este foro, dos conversaciones que me llamaron la atención y que mantuve con Emiliano, por un lado, y con Vicente, nuestro entrañable Titín, por otro. En ambos casos me hablaron del Camino de Santiago y sus vivencias. Uno, tratando de conseguir la meta de hacerlo 5 veces en bicicleta; el otro, de su experiencia caminando. En los dos, curiosos puntos de coincidencia, valoración muy positiva de la experiencia y la trasmisión de un cúmulo de sentimientos y reflexiones muy profundas.

A ambos, Vicente y Emiliano, les pediría que compartieran aquí parte de lo que significa esa aventura. Emiliano, arrancando desde Holanda; Vicente, desde Navarra por el Camino francés. Yo disfruté mucho con sus palabras y creo que a los demás les ocurrirá lo mismo si tienen la oportunidad de conocerlo.

Y luego, los postres y un regalo impagable de Seisin, el vídeo preparado para el Encuentro... Pero un poco más adelante...
Salud.

[Yosco]

Verano 2005. (I)

Lo mejor del trabajo de Seisin es poder disfrutar viéndolo. Pero para aquellos que no lo habeis visto, intentaré contároslo de la mejor manera posible.

También existe la posibilidad de hacer copias para quien desee tenerlo. Sólo teneis que decirlo aquí y haremos lo posible por realizarlas. Yo, al menos, y espero que con el consentimiento de Seisin, no tengo ningún problema de encargarme de hacer algunas, y allá por la Navidad -sino puede ser antes- os las haría llegar.

La presentación del vídeo empieza con una sugerente chica rubia con gafas y tomando un refresco. Una portada de verano y piscina que nos invita a entrar en el pequeño documental de la preparación del Encuentro del Verano 2005.

Le sigue una dedicatoria: Dedicado a cuantos compartimos amistad y momentos inolvidables en tierras gordonesas, para leer a continuación, sobre una gran luna llena que ilumina la noche, la siguiente frase: Lo mejor de un sueño es hacerlo realidad.

Cuando desaparecen los carteles parece como si el Cosmos se pusiera en movimiento y se insinuara el nacimiento de algo importante. La música de Así habló Zarathustra y El Danubio azul nos acompañan en los primeros pasos, aún vacilantes, de esa criatura que despierta a la vida y que empieza a encadenar sus pasos con el ritmo del vals deslizándose por el mundo y el Universo. Es ese nacimiento que se hace en blanco y negro con las primeras fotografías que van apareciendo de forma emergente: El Preventorio, la Iglesia a pricnicpios de siglo XX, El matadero, el puente, el río Bernesga a su paso por la antigua Fábrica de Harinas y de nuevo la iglesia con su torre ya terminada.

Este nacimiento y evolución dará lugar, con el paso del tiempo, a los recuerdos que se llenan de color con el primer plano de la torre del Ayuntamiento y su reloj marcando las 9 en punto, la hora de la cita del Encuentro del Verano 2005, y la música pasa del Rumor de olas al Tiempo y ritmo que sugiere el cambio de época y nuestro crecimiento personal, la elección de nuestro futuro que se va abriendo por las distintas ciudades por las que nos hemos ido desparramando sin olvidar jamás nuestros orígenes y consiguiendo hermanar, así, ciudades como Leioa, Avilés, Gijón, Oviedo, Barcelona, Los �ngeles, Santander, Rotterdam, Madrid, Mieres, León... en una sucesión de imágenes encadenadas al estilo de lo que nos adelantó Prejub con su idea gráfica del Encuentro.

Y todo, para volver a Gordón y La Pola, nuestros paisajes que empiezan en las experiencias infantiles de la Escuela y el recuerdo de tantos juegos que casi están a punto de desaparecer, edificios como la célebre casona de Mari la Americana, el río Bernesga que nos abre sus orillas de choperas y casas arrimadas unas a otras con sus tejados rojos y sus balconadas de madera, y al fondo, los pinos, el campo de aviación y los Llanos.

En toda esta evocación no podía faltar otro río metálico y ruidoso que nos traía gentes, sobre todo en el verano, y cartas, muchas cartas. Era el tren y su estación, con el enorme reloj de cuerda, el andén protegido por la tejavana y la cantina al fondo. Eran tiempos de trenes que nos acercaban a todos los lugares, despacio, con calma y con la espectativa del descubrimiento; que embarcaba quesos de la quesería para todos los lugares de España, que hasta en lo más recóndito del Pirineo Navarro, llegué a encontrar yo los quesos de La Pola...

Y, por hoy, lo dejaremos aquín para una segunda y última parte. Si os parece.

[Yosco]

Verano 2005. (II)

Si poneis un poco el fondo de música de los jóvenes, podreis acompañar el inicio de esta segunda parte del vídeo que se va a la Sala de Fiestas Royal Sigor's, tal y como la bautizó Vicente en su origen, y donde surgieron, ¡ay!, tantas historias de amor.

Otras actividades de los jóvenes fueron -y continúan siéndolo- las fiestas, los disfraces, la mili de cuando había mili, y otros juegos que se rememoran en las distintas fotografías que se suceden con el fondo musical mencionado: haciendo muñecos de nieve en la Plaza del Ayuntamiento, posando los quintos en la misma plaza, algún carnaval, el fútbol y los equipos, tortillas en las eras y verbenas, Los Latosos en plena actuación o un dúo formado por Mino y Julio, grupos de estudiantes del Instituto con sus profesores, y el teatro, esa actividad rara y difícil que nació con obras como Suspenso en amor y siguió con otras como Ceremonia por un negro asesinado o Final de Partida. Ladislao Fedor, Samuel Becket, Fernando Arrabal... ¡y es que la juventud se atreve con todo!

Tanto ajetreo merece un pequeño descanso, y al modo del cine de nuestro tiempo, en el vídeo aparece un espacio dedicado a la publicidad sobre el fondo musical de los Beatles, el Yesterday que nos lleva a los almendritos, el Cola-Cao, La Casera, los chocolates, el Seat 600 o el perfume Varón Dandy. ¡Qué recuerdos!

Cuando volvemos, lo hacemos al cauce del río que pasa trayendo la actualidad de Gordón hoy, el foro, algunas imágenes de sus participantes y los iconos utilizados. La música lo explica todo, se trata del tema La Ayuda de la Amistad de los Beatles, esta vez interpretada por el grupo Los Mustang. Y así aparecen los mensajes sobre el fondo de la imagen fija de la piscina de La Pola, referente inevitable de mañanas y tardes de verano donde encontrarse y compartir amistad, canciones, y chapuzones en el agua que -siempre- estuvo tan fría...

Se cierra el vídeo con el escudo de Gordón emergiendo con su leyenda: mas pero a Gordon non lo prisso. Aviso para navegantes de ese carácter irreductible de los montañeses.

Y, finalmente, la aparición de los créditos y agradecimientos, recordándonos los fondos musicales que acompañaron a tan entrañables como bien ensambladas imágenes: Así habló Zarathustra, Danubio Azul, Rumor de Olas, Tiempo y Ritmo, Los Jóvenes, Yesterday y La Ayuda de La Amistad.

Un trabajo extraordinario, una excelente aportación, inteligente y sensible, que puso el broche de oro al Primer Encuentro de Los Jóvenes Gordoneses... de los años 60 ¡y de siempre!.

Salud.

[Yosco]

EP�LOGO.

Otras cosas, otras experiencias, pueden escribirse y contarse. Pero donde concluyen éstas que he ido exponiendo aquí, quiero terminar con la expresión con la que terminé la presentación y apertura del Encuentro del 20 de Agosto de 2005 en el Salón de Actos de la Biblioteca municipal de La Pola, expresión traida de la costumbre de presentar a los reyes leoneses al pueblo desde la balconada del ayuntamiento, cuando el Alférez Mayor gritaba: León, León, León... y todo su reino por su rey, y aquí se decía el nombre del rey que era tomado por propio del Reino de León.

Siguiendo con esta fórmula, digo hoy, igual que el pasado 20 de Agosto:

Gordón, Gordón, Gordón... y todos su pueblos ¡por el Encuentro!