Comarca de Gordón

[Yosco]

Días de domingo

Invariablemente, en cualquier estación del año, las mañanas de domingo se vestían con nuestras mejores ropas, las orejas limpias, la cara lavada, la muda nueva... ¡y a misa de doce!

Había un repicar de campanas que llamaban a la reunión, como una asamblea para pasar repaso a la semana. Si hacía bueno, a la salida de misa se formaban corrillos entre las personas mayores, los chicos más jóvenes esperaban para ver salir a las chicas, los guajes salían escopetados y el cura recogía la casulla, el alba y los demás aditamentos con sumo cuidado, conservando el pliegue exacto, y con mimo iban a parar a los grandes cajones de madera apolillada que desplegaban un intenso aroma de alcanfor. Los monaguillos ayudaban en silencio, limpiaban las vinajeras, el cáliz, y ponían en orden las cosas. Como era domingo y tocaba cobrar la paga, contaban el dinero de la colecta y el cura les daba lo acordado, a peseta la misa de diario y tres la de los domingos, aparte las celebraciones de bodas y bautizos, que era cosa de los padrinos estirarse con los monaguillos.

La calle bullía alrededor de la iglesia que había nacido desmochada de torre, aunque ninguno la habíamos conocido en aquellos tiempos, y luego se le creció el campanario con cuatro arcos y dos campanas en los que miraban al este y el sur. Más tarde, eso sí lo conocimos, la iglesia dio otro estirón y creció por su ala izquierda junto con la casa del cura. También los retablos se fueron sucediendo con sus nichos para recoger santos como Teresa de Jesús, San Antonio o San Isidro que luego entrarían en conflicto con las disposiciones del Concilio y aquella nueva orientación que hizo que los fieles pudieran verle la cara al cura cuando celebraba la misa, y predicaba apeado del púlpito y una gran cruz debía presidir aquellas asambleas. Los santos se quedaron un poco tristes y confundidos, pero no era cuestión de discutirle la autoridad al jefe, así que se fueron, silenciosos y obedientes, a ocupar otros rincones más humildes.

Eran tiempos en los que los chicos subíamos al coro, y la parte delantera de la iglesia era ocupada por las mujeres. Atrás los hombres. Luego, si no recuerdo mal, eran las mujeres a la derecha y los hombres a la izquierda, con toda la chavalería delante, en los primeros bancos. Al coro, cuando era cosa de cantar, subía un par de monaguillos y se soltaban en latín los credos y aleluyas que fueren menester. Luego, eso también, el Concilio se trajo canciones en español y la iglesia era todo un preguntar y un responder del cura y los fieles. Como en la canción que más tarde escribiría Bob Dylan sin saber lo que ocurría en la iglesia de La Pola, se puede decir que los tiempos estaban cambiando.

Es igual, los domingos a la mañana la cita era a las doce después del repicar de campanas. Si llovia se salía más deprisa y corríamos al bar de Sixto. El primer vino. Si hacía mejor tiempo y la salida era más tranquila, el primer vino tardaba un poco más en llegar. O, incluso, si el tiempo era soleado y apetecía, pues se estiraba el tiempo en un paseo hasta la fábrica de harinas. Luego llegaban el primero, el segundo y el tercer vino... Algunos aguantaban mejor y podían contar alguno más antes de que las campanas les sonaran dentro de la cabeza sin necesidad de que nadie repicara.

Así, o de forma parecida, fueron aquellos tiempos de misa de doce alrededor de la iglesia, que siempre habrá quien lo pueda contar mejor.
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Bitácora LUCERNARIOS:
Acerca de la luz por la poesía.
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Bitácora �nsuLa CerBantaria

[caribu]

Recuerdo de uno que en su afanoso repiqueteo,quedose con el badajo en la mano colgando fuera de la torre.
La misa en si ya era un espectaculo.Se esperaba con impaciencia el comienzo del sermon para oir al parroco, empeñado en su batalla particular contra la autoridad civil,rea de fariseismo.Naturalmente la autoridad acabo por no asistir a misa.
Para algunos amigo Yosco los vinos empezaban mas abajo.Sixto tenia fama de caro y ademas las famosas "gambas a la plancha" no estaban al alcance de cualquiera.
Habia un bar Galicia? junto al muro del preventorio muy quotado por sus mejillones con tomate. Como las raciones nunca alcanzaban, algunos anticipabamos el paseo a la fabrica,saltandonos la misa, para poder acceder al preciado manjar.

[Yosco]

[prejub]

Mi memoria actual no es muy precisa, pero viendo estos comentarios, me gustaría que fueran realizados cronológicamente, puesto que a mi forma de ver, las gambas distan mucho del enfrentamiento del párroco con las autoridades, puedo decir que en décadas diferentes, las gambas muy posteriores y tampoco es que fueran para potentados, alguna comí, pero como digo en tiempos posteriores, en tiempos de mi liberacion eclesiástica y de imposiciones.
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[Tere]

He conocido a  Dn. Indalecio, aunque de modo superficial en cuanto al trato se refiere, pero ya que hacéis alusión a la confrontación, en sus sermones, con la autoridad civil,quiero dejar aquí constancia del atentado artístico cometido con la iglesia de Pola.Todos sabréis que la rectoral estaba donde ahora se ha construido el centro social.Según tengo entendido fue a Dn. Indalecio a quién se le metió entre ceja y ceja, venderla para construir ese pegote que es hoy la casa del actual párroco y que dista mucho de la calidad que tenía la antigua rectoral.A la sazón era alcalde Fabián Tascón-que hizo mucho por mejorar el pueblo y no siempre fue reconocido-pues bien, Fabiánle ofreció introduciren la casa toda suerte de mejoras, entre otras, instalar la calefacción que por aquellas épocas no era corriente tenerla,pero se negó obstinadamente. Creo que hasta llegó el alcalde a hablar con el obispo, sin conseguir nada a tales efectos.Lo irónico del caso era ,según se decía ,que los terrenos de la iglesia habían sido donados por el pueblo.Esto último no lo sé a ciencia cierta.Contra viento y marea Dn. Indalecio se salió con la suya ,estropeando el estupendo patio que rodeaba a la iglesia ,por el que correteábamos los niños; dañando la bella imagen de iglesia propia de un ambiente de montaña y dejando para los futuros párrocos una vivienda que ,comparada con la anterior, recuerda la caseta del perro.Andando los años, Dn. Enrique quiso añadir un salón o algo por el estilo al otro lado.No sé qué oposición habrá tenido, pero afortunadamente, no e llevó a efecto.Si se hubiera hecho caso a Fabián Tascón, hoy podría tener uns salones regios porque había espacio suficiente  para ello y la iglesia habría conservado su imagen sin ese antiestético pegote.Y tengo que decir, en honor a la verdad,que este legado de  Dn. Indalecio .permanece,aunque él se haya ido hace muchos añosEsto no borra pra nada todos los demás méritos que haya tenido y no es mi intención ser su detractora, sino contar la realidad.

[Gurdunium I]

[Yosco]

Amiga Tere:

La verdad es que no tengo argumentos para juzgar la decisión tomada en su momento de construir la casa del cura adosada a la iglesia. Entiendo lo que planteas y parece razonable tal y como lo expones, aunque tal vez las cosas fueran un poco más complicadas de lo que parece a simple vista. Lo cierto es que, con aportaciones voluntarias del pueblo y el trabajo desinteresado en la obra de muchos, la nueva casa fue construida y fue ampliada -creo que lo recordarás- la iglesia por un lateral, con lo que ahora resulta asimétrica. Siempre pensé que la otra ala de la iglesia sería también ampliada y, tal vez, construído otro inmueble para ostros usos sociales y eclesiásticos. Me da la impresión de que el proyecto se quedó a medias. Es posible también que, de haberse concluído, la estética del templo resultara en todo más armónica. La ampliación se debió a la necesidad de acoger a los filigreses para el culto. Es posible que hoy, con la disminución de la población y el cambio de costumbres, sobre iglesia, pero en aquellos tiempos, faltaba.

Me parece muy bien que dejes tu opinión y la visión que tienes de este hecho; ha pasado mucho tiempo y en la memoria quedan impresiones diferentes.

Con un abrazo.
Salud.

[Villarín]

Imagen de la iglesia de La Pola de Gordón, en foto de los años setenta, con visión de parte de la casa vivienda aludida.