Yosco
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Publicado: Mie Sep 07, 2011 11:55 am T韙ulo del mensaje: INDIGNADOS. El Movimiento 15M |
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Las publicaciones de St茅phane Hessel y J.L.Sampedro supusieron un grito desde la madurez, la responsabilidad y la coherencia, contra la crisis econ贸mica mundial y sus gestores. Como agua ca铆da sobre la semilla del descontento general, brota la planta de la protesta, tambi茅n en Espa帽a y que, desde Espa帽a se exporta en algunas de sus modalidades a otros pa铆ses, inclu铆do Israel. Es protesta de las sociedades civiles de los pa铆ses capitalistas y de los pa铆ses 谩rabes con su peculiar caracter铆stica de opnerse, adem谩s, a reg铆menes totalitarios para reivindicar la democracia.
Se quiera mirar como se quiera, no puede dejarse de ver un fen贸meno social que pone en tela de juicio mucho de todo el quehacer de los pol铆ticos y que toca teclas que tambi茅n muchos no quieren oir sonar ni por casualidad. Pienso que todo ello es muy interesante m谩s all谩 de lo folcl贸rico que nos quieren presentar los medios de comunicaci贸n y por eso traigo este texto en el que se reflexiona sobre el 15M. Espero que os sirva.
Salud
Siete fronteras para el 15M
Vengan chicos vengan chicas a bailar. Todo el mundo viene ahora sin pensar. Esto es muy f谩cil lo que hacemos aqu铆. Esta es la yenca que se baila as铆. Izquierda izquierda derecha derecha. Adelante, detr谩s, un, dos, tres.
La Yenca
La frontera puede ser algo que te defina, o algo con lo que te relacionas y que te permite seguir tu propio camino. La frontera puede ser una losa o una oportunidad. Es un problema que solo es malo si no se afronta. Es una pregunta que sirve, como las inc贸gnitas en la ecuaciones, para resolver algo.
Elena Garmedia
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1. La Pasi贸n
Las pasiones est谩n en el centro del movimiento. La alegr铆a, la emoci贸n, el contagio, la risa. La furia, la rabia. La potencia apasionada del movimiento ha atravesado la sociedad como si alguien hubiera dinamitado las salas de terapias y acabado con la soledad y los malestares. Sin embargo, una determinada forma de articular las pasiones colectivas hace que todo sea afirmaci贸n. El movimiento 15M en los 煤ltimos meses ha tenido una notable incapacidad para parar. Para detenerse. Para pensar. Una vor谩gine apasionada de momentos, sumado a una serie de ataques por parte de los poderes, nos han llevado al desenfreno.
Desde esa realidad, con movilizaciones de decenas de miles de personas en pleno verano, a veces uno tiene la sensaci贸n de que no existe afuera del movimiento. Que no existe 鈥渓a sociedad鈥 y 鈥渆l movimiento鈥, sino que son dos cosas iguales. As铆, tendemos a pensar que nuestras posiciones ya son comprensibles y est谩n socializadas s贸lo por el hecho de ser nuestras.
De la misma forma, es sencillo que discursos 鈥渁pasionados鈥 durante una asamblea nos atraviesen el c贸rtex cerebral y nos ponga los pelos de punta imaginando grandes batallas, superioridad moral y fabulosos enemigos, pero esa forma de producir pensamiento dista poco de la propaganda.
2. La Memoria
La memoria es conocimiento situado. Sirve para orientar el camino, siempre y cuando uno nunca olvide que las circunstancias son siempre distintas. La memoria no puede ser un recurso clich茅 que se valida por el mero hecho de venir cronol贸gicamente antes. La memoria s贸lo sirve como traducci贸n. Como puesta al d铆a. No sirve de nada sin innovaci贸n.
Superar la frontera de la memoria implica enfrentarnos a algo que da mucho miedo, que es el vac铆o previo a la experimentaci贸n. Asumir el 鈥渘o saber鈥 por d贸nde tirar y no llenarlo con la primera propuesta que surja, s贸lo porque nos suena, porque es lo que se supone que debemos hacer. Lo cierto es que el movimiento 15M aporta grandes novedades, pero dejarnos llevar por recetas no fomenta el pensamiento colectivo.
3.- La visibilidad saturada
El movimiento ha conquistado muchas de las esferas de la realidad, las redes, los medios de comunicaci贸n, los barrios, las calles. Es bastante sintom谩tico ver titulares de peri贸dico que hablan de 鈥淥rganizaciones de izquierdas, sindicatos y el 15M鈥. Esa relaci贸n de jerarqu铆a implica ya una victoria, ese estar al lado de, en pie de igualdad y siendo otra cosa, es territorio conquistado. Pero la visibilidad puede ser tambi茅n una trampa.
La proliferaci贸n de acciones, manifestaciones, paseos, concentraciones y actos de repulsa genera un cansancio tremendo, la sensaci贸n de que no est谩s a la altura de las circunstancias y de ah铆 a la desafecci贸n hay un paso. Esa multiplicidad de convocatorias parecen ser el resultado de la obsesi贸n por llenar un vaci贸 y un miedo a 鈥渘o estar presentes鈥, algo que deber铆amos quitarnos de la cabeza.
La invisibilidad, los tiempos de silencio, son fundamentales para tejer cualquier proceso social. Hay que construir los momentos. El tiempo del evento no puede ser la norma, tiene que ser la excepci贸n.
Y en el momento en que el evento no es la forma de llenar el tiempo, la pregunta que se hace patente es鈥 驴C贸mo organizar el tiempo del proceso? 驴C贸mo organizar el silencio?
4. El Combate
Sin conflicto no hay transformaci贸n, esto lo sabe cualquiera que haya le铆do un libro o visto una pel铆cula en su vida. Sin conflicto no hay acci贸n, sin acci贸n no hay transformaci贸n. De acuerdo. Pero, 驴qu茅 combate? 驴qu茅 sentido tiene el combate para nosotros? 驴Se trata tan solo de bloquear y condicionar la pol铆tica de los pol铆ticos?
Esa forma de combate es fundamental, pero no es la 煤nica. La crisis econ贸mica, la dictadura de los mercados financieros o los recortes sociales tienen una traducci贸n concreta en la vida de cada uno de nosotros. Desahucios, controles racistas, encarecimiento de la vida, paro y precariedad laboral, control de las red son problemas inmediatos. Pero el movimiento tiene que ser capaz de combatir contra los de arriba sin perder de vista la producci贸n de otras formas de vida por abajo.
5. La identidad
El 15M est谩 sometido a ex谩menes constantes. Muy pocos de esos ex谩menes son propios. Los profesores son otros y tienen claro que 鈥渆l movimiento debe ser como yo era antes de que existiera el movimiento鈥.
El discurso de lo anterior se presenta como autoridad no a partir de argumentos concretos sobre problemas concretos, sino simplemente por estar antes. Esos ex谩menes dicen, por ejemplo, que el movimiento no es suficientemente de izquierdas, o no est谩 lo suficientemente definido, o no responde a las preguntas que le hago con las respuestas que me gustar铆a.
Esas cuestiones no responden a problemas reales, sino a abstracciones ideol贸gicas. A identidades que exist铆an previamente . Fronteras r铆gidas que vuelven a dibujar lo que es posible y por tanto, a reducir el espacio de experimentaci贸n. Identidades cerradas que dicen lo que 鈥渟e puede o no se puede hacer鈥, que introducen debates poco o nada concretos y nos conducen a insoportables peleas de egos.
6.- La m煤ltiplicidad
La existencia del movimiento ha puesto en marcha un mont贸n de din谩micas que escapan a cualquier control. La principal es que una gran cantidad de actores sociales se han activado. Esa es tan solo la parte m谩s visibilizada de un proceso con niveles de complejidad mucho mayores. La cantidad de grupos de consumo, colectivos, revistas, proyectos culturales, agrupaciones profesionales, cooperativas, redes de trueque, asociaciones, webs, espacios sociales que est谩n proliferando son enormes. Esa multiplicidad es algo que el movimiento debe tener en cuenta a la hora de organizar sus formas de acci贸n.
Hasta el momento, los espacios f铆sicos, las plazas, hab铆an funcionado como 鈥渓os lugares de legitimidad鈥 del movimiento. Pero esto est谩 cambiando, ya que la multiplicidad de actores hace que la legitimidad se elabore tambi茅n a trav茅s del contacto entre numerosas redes. Por ejemplo, cuando una propuesta de una comisi贸n o una acci贸n se aprueba con consenso en el espacio correspondiente, eso no quiere decir que tenga un respaldo real. Dichos consensos y acciones deben entenderse m谩s como bar贸metros para saber c贸mo las diferentes comisiones, asambleas o grupos se relacionan con un movimiento tan amplio como el 15M. Si pretenden aportar cuestiones para discutir, acciones acordes a un sentir generalizado, nuevas ideas para ser debatidas, etc. O tal vez adquieren posiciones de direcci贸n, ya sea de manera consciente o sin pretenderlo. Una forma de superar esta frontera podr铆a ser que cada nodo trate de respirar con los dem谩s y con el movimiento en general, m谩s que dirigir a.
7. La protecci贸n
Esta frontera es m谩s bien autocr铆tica, pero no quer铆a dejarla de lado. Para muchas personas con las que hablo, el movimiento 15M es el espacio socio-pol铆tico m谩s importante en el que han participado jam谩s. Vivimos una suerte de enamoramiento que puede volverse, a veces, posesivo y conservador, por miedo a que algo pueda perturbar la intensidad del momento. Eso lleva a dos din谩micas que son igual de peligrosas porque nos incapacitan para visibilizar potencias.
Una es ver exclusivamente los l铆mites del movimiento y construir un panorama desolador del mismo que en vez de ayudar a afrontar los l铆mites resulta desanimador y paralizante. La otra es la que, por miedo a que la visibilizaci贸n de cualquier problema resulte desmotivadora, opta por mantener una gran sonrisa haciendo como si no pasara nada.
Ninguna de las dos es justa. Tenemos entre las manos el 煤nico movimiento capaz de mirar al presente de t煤 a t煤 y presentar batalla. Merece que lo cuidemos, sin dejar de sacarle fallos. Pero sobre todo, merece librarse de cualquier deber ser y caminar con autonom铆a e independencia.
Construir, en fin, su propia historia.
Guillermo Kaejane _________________ Bit谩cora LUCERNARIOS:
Acerca de la luz por la poes铆a.
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