Yosco
Registrado: 14 Abr 2007 Mensajes: 2234 Ubicaci髇: Leioa (Vizcaya)
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Publicado: Sab May 12, 2007 1:38 pm T韙ulo del mensaje: Santa Luc铆a, el carb贸n que calent贸 nuestra infancia. |
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Santa Luc铆a, el carb贸n que calent贸 nuestra infancia y alimenta a Gord贸n.
Las imponentes rocas calc谩reas, blancas y luminosas, esconden el tesoro de un carb贸n que calent贸 las cocinas de los gordonenses durante d茅cadas. Con el carb贸n los inviernos fueron menos fr铆os, los cocidos herv铆an exhalando aromas h煤medos de caldo y morcilla por toda la casa y las chimeneas pon铆an sus hilos humeantes al paisaje.
Santa Luc铆a se creci贸 apretada entre el Bernesga y los montes, generosa nos abri贸 los brazos de su telurismo y all谩 iban y ven铆an muchos de nuestros padres a escarbar en sus entra帽as los duros que daba el carb贸n para calentar los garbanzos. Sus calles de pueblo minero arrastraban el polvo negro que sub铆a de los pozos y sus tejados se oscurec铆an. En invierno, las lluvias y la nieve disimulaban su imagen y la devolv铆an al paisaje de monta帽a que le corresponde. Luego, el r铆o extend铆a aguas abajo la memoria de un sacrificio de truchas que no entend铆an nada de carbones. Hasta que la empresa empez贸 a mirar hacia otros m茅todos de lavado y poco a poco el agua volv铆a limpia a pasar por debajo de los ojos de los puentes.
Desde la Pola, Beberino, La Vid, Buiza y los dem谩s pueblos, all谩 iban los hombres andando o en bicicleta, y otros llegaban hasta Santa Luc铆a desde m谩s lejos, La Robla o Le贸n, en la Fusca, aquel autob煤s con nombre propio que le dio el oficio de llevar mineros y traerlos. Tambi茅n tuvo la Fusca sus accidentes, sus tr谩gicos despistes, mareada con las curvas y un poco silicosa cuando respiraba por sus carburadores o por donde quiera que respiren los autobuses. As铆 puedo recordar la tr谩gica tarde, tal vez de un verano, en que la Fusca esquiv贸 mal la esquina de la antigua casa del Portu cuando entr贸 en la Pola, frente a la plaza del Ayuntamiento, e intentaba acercarse a la acera del bar Barrios, despu茅s Covadonga, detenerse, y dejar all铆 a alguno de sus mineros. Se qued贸, pr谩cticamente, sin su lateral derecho. Entre el amasijo de chapas un hombre joven encontr贸 el final de su recorrido. No recuerdo su nombre, pero forma parte de la memoria de los muertos que nos trajo la mina y ese precio terrible que pagamos por seguir adelante y progresar. Aquella Fusca, como una ballena despanzurrada, triste, se llev贸 con su vejez la vida joven de un minero que tal vez dormitaba apoyado contra el cristal de la ventana, vencido por la larga jornada laboral y el ajetreo del motor y la carrocer铆a del autob煤s.
Ahora las minas se han abierto hasta el cielo en los valles de Santa Luc铆a y nos anuncian un futuro incierto, una muerte anunciada. Y todo Gord贸n tiembla de fr铆o, aunque las cocinas ya no quemen carb贸n ni los mineros lleguen a Santa Luc铆a andando, en bicicleta o en la Fusca.
El Bernesga se abre paso por Santa Luc铆a. Foto de Alfredo Garc铆a en la p谩gina Comarca de Gord贸n. |
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