Comarca de Gordón

[Yosco]

De vez en cuando merece la pena ver llover, caer el frío, reparar en la llegada en medio de la noche de un hombre de apariencia normal, sin paraguas, metiendo la cabeza en los cubos de la basura para buscar comida. Dentro del coche, con la calefacción encendida, el hombre de la calle tiene aún más frío. Llevas la mano al bolsillo y calculas las monedas sueltas que tienes. No hay nada que llevarse a la boca en los contenedores. El hombre camina lentamente, ajeno a la lluvia helada y el viento que agita su pelo gris crecido. Se pierde entre las sombras de la calle y las monedas queman en la mano y el hambre en el alma.

Luego le cuento a mi hija la escena. -No tienes por qué sentirte mal- me explica -Ese hombre tiene casa y comida.

Aunque se haya tratado de un pobre loco, yo no le conocía y las monedas se quedaron en mi mano mientras él se alejó entre la lluvia. Sigo sintiéndome mal.

[prejub]

Con los mejores ánimos para subir tu moral y quizás también la de los demás, donde me incluyo.
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[Villarín]

Amigo Yosco:

Tu sentimiento denota profunda sensibilidad humana, muestra verdadera preocupación por los pobres desventurados, y proclama tu honda capacidad de afecto al prójimo, en suma, tu caritativa bondad; mas, no te aflijas: fue noble la actitud de compasión, fue noble la aspiración de ayudarle, fue noble el intento… Así, pues, tranquilidad de espíritu. Lo importante es que tienes el ánimo y el corazón abierto a la virtud de la fraternidad y misericordia con los que sufren penalidades y desgracias. Y en el caso, no pudiendo hacer otra cosa, el condolerse, ya es bastante.

Afectuoso saludo,

Villarín

[Yosco]

Gracias, amigos Prejub y Villarín, por la deferencia no sólo de leer, sino también de aproximaros al tema de una manera tan cálida.
Salud.