Comarca de Gordón

[Yosco]

Dos trabajos del estudioso y poeta gordonés Florencio Gutiérrez Peña



Recién abiertos los libros, hermosos y prometedores encima de mi mesa, y desbordado por la alegría y emoción de celebrar este nacimiento en papel impreso de dos obras de nuestro entrañable amigo Florencio Gutiérrez Peña, escribo estos renglones apresurados, a botepronto y directos, para daros la noticia y compartir con vosotros la ocasión de poder contar con dos obras, las dos muy distintas -una sobre arduos conceptos jurídicos y la otra sobre la piel sensible de la poesía-, pero, en el fondo, muy iguales, pues ambas nacen del trabajo y el alma de un hombre de nuestra tierra que nos devuelve en amor y dedicación la voz y la presencia gordonesa y universal.

Del libro de contenido jurídico, un serio volumen de 606 páginas, os transcribo el título:

Notas de la usucapión, prescripción extintiva y caducidad. (Con apuntes sobre acciones civiles)

El segundo libro recoge, con el título general y definitivo de Poesía y en sus 128 páginas, los poemas y textos de prosa poética publicados en primicia en este foro del Rincón Literario Gordonés. La calidad y calidez de los versos de nuestro poeta están aquí escritos, tinta sobre papel, luciendo con su pálpito de palabra viva y emoción honda. Para disfrute de todos.

Me resulta especialmente grato comunicaros y agradecer a Florencio que, ejerciendo de la sincera amistad que nos profesamos y de forma harto generosa, me dedica este libro con las palabras:

Al poeta
Julio González Alonso,
por su amistad.

Y de su propia mano, en dedicatoria personal, escribe en uno de los tres ejemplares recibidos (uno, con destino para el fondo de la Biblioteca de mi centro escolar.) las siguientes palabras que vienen a acrecentar mi agradecimiento:

Al poeta, Julio González Alonso, de su amigo y admirador, Florencio Gutiérrez Peña.
Madrid, a 17-07-2008

¿Pues qué más puedo decir, querido Florencio? Quedo en deuda contigo, deuda impagable en sincera amistad, desde la honda raíz humana del verbo poético, del pensamiento libre que ejerces y el caudal de sentimientos que dejas correr por tus versos al lado de los cuales me has puesto. Espero no desmerecer este honor y confianza que me haces.

Un abrazo, hoy jovial y festivo por poder celebrar este verano con el sol de tus publicaciones y el apacible frescor de la sombra de tus palabras.

Quede, pues, aquí, este primer y precipitado agradecimiento.

Salud.

Julio González Alonso.

[Villarín]

Querido Julio:

Te agradezco profundamente tus bondadosas palabras, siempre generosas y amicales.

¿Un estudioso? No hay más remedio. El Derecho es un vasto e inagotable campo de investigación, y mi mundo es el Derecho y la abogacía mi oficio, en el que vivo recluido. La abogacía es lucha y acción; ésta regida por el pensamiento, y por ser casi siempre un trabajo de antagonismo, es una tarea intelectual por excelencia, según pienso y ya dije, en otro lugar. Por lo demás, no soy un jurista de gabinete, seco, sino un doctor abogado de experiencias y aspiraciones prácticas, que, con ilusión, empeño y dedicación atiendo a mis clientes y que, en los ratos que puedo, reflexiono y escribo sobre cuestiones jurídicas, por puro placer.

¿Un poeta? Diletante. Ya lo dije en otra ocasión, no quiero impostar una imagen de escritor literario ni de poeta, siendo sólo lo que soy, un jurista. La poesía, es una reciente circunstancia y acaso un quehacer en un futuro sosegado, en un mañana tranquilo de labores y esperanzas; y, entonces, una poesía en la que el protagonista sea la vida humana, la empresa de ser hombre, desde la libertad y el gozo de vivir, con visión de un espíritu liberal y abierto.

Respecto al libro de poesía, nada más justo que dedicártelo, amigo Julio, y con ello me honro; además, primordialmente, porque contigo he compartido los afanes de este Rincón Literario, del que eres principal protagonista, no sólo por tus excelentes versos que han merecido el laureado triunfo, sino, también, por esas glosas llenas de calor humano y de acusada originalidad, que has hecho a mis poemas –y a los de otros partícipes-, que yo estimo muchísimo y que, coadyuvan con su voluntad de comprensión, a enriquecerlos de plurales significados.

Recibe un afectuoso abrazo.

Florencio

[kefamo]

[Yosco]

[Villarín]

Le agradezco, Kefamo, sus generosas palabras, que tan bien me tratan.
Muy cordialmente.