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Yosco



Registrado: 14 Abr 2007
Mensajes: 2233
Ubicaci髇: Leioa (Vizcaya)

MensajePublicado: Dom Dic 30, 2018 1:42 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Siempre claro, sensato y acertadas, tanto el an谩lisis como las opiniones sobre la actualidad de Espa帽a, la patria que te duele y nos duele a muchos. Gracias por tus palabras, Villar铆n.
Salud.
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Villar铆n



Registrado: 13 Abr 2007
Mensajes: 452

MensajePublicado: Jue Ene 03, 2019 7:44 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Amigo Yosco, feliz a帽o, y agradezco tu juicio y amables palabras.

Mi deseo, para Espa帽a, que da cobijo a todos, es una vida perdurable, sin zozobra; quisiera que hubiera un patriotismo sin pose, sereno, mesurado, culto, anclado en la realidad de una democracia de Estado de Derecho; una democracia regida por los valores constitucionales, que ha de ser conservada, vivificada, vigorizada; y, donde el enfrentamiento pol铆tico en cualquier cosa, la m谩s de las veces, sea reemplazado por la cooperaci贸n activa, por v铆as de entendimiento, m谩s f茅rtil para la convivencia y el progreso de los ciudadanos espa帽oles, adem谩s de restar tensi贸n y crispaci贸n. Y, desde luego, rechazo las agresiones al orden jur铆dico, de los selv谩ticos inclinados a la disgregaci贸n, que quieren separar, con desgarro, lo unido por siglos de historia. Juntos, los espa帽oles, despejemos el horizonte de Espa帽a.

Con la mayor simpat铆a, un cordial铆simo abrazo.
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Yosco



Registrado: 14 Abr 2007
Mensajes: 2233
Ubicaci髇: Leioa (Vizcaya)

MensajePublicado: Sab Ene 05, 2019 10:08 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Villar铆n escribi:
Amigo Yosco, feliz a帽o, y agradezco tu juicio y amables palabras.

Mi deseo, para Espa帽a, que da cobijo a todos, es una vida perdurable, sin zozobra; quisiera que hubiera un patriotismo sin pose, sereno, mesurado, culto, anclado en la realidad de una democracia de Estado de Derecho; una democracia regida por los valores constitucionales, que ha de ser conservada, vivificada, vigorizada; y, donde el enfrentamiento pol铆tico en cualquier cosa, la m谩s de las veces, sea reemplazado por la cooperaci贸n activa, por v铆as de entendimiento, m谩s f茅rtil para la convivencia y el progreso de los ciudadanos espa帽oles, adem谩s de restar tensi贸n y crispaci贸n. Y, desde luego, rechazo las agresiones al orden jur铆dico, de los selv谩ticos inclinados a la disgregaci贸n, que quieren separar, con desgarro, lo unido por siglos de historia. Juntos, los espa帽oles, despejemos el horizonte de Espa帽a.

Con la mayor simpat铆a, un cordial铆simo abrazo.



Superamos, aunque no est茅 liquidado totalmente, el terror y los cr铆menes etarras. Siempre supe y dije que no hab铆a que confundir a los vascos con aquellos que -usurpando su nombre- impon铆an sus criterios por la coacci贸n, el miedo y la muerte. Y lo dec铆a desde las tierras vascas, donde he formado familia.

Ahora mantengo que no hay que confundir a los catalanes con los que, usurpando las Instituciones, alientan al enfrentamiento, el sectarismo y el odio. Representantes de s铆 mismos y de sus intereses; gentes acomodadas, burgueses y enriquecidos, muchos de ellos, v铆a del latrocinio, la especulaci贸ny la estafa. Gentes seguidas por sectores de ideolog铆as simples, pero eficaces para las movilizaciones, y perversas en sus objetivos. Esos no son los catalanes. Los catalanes son los amigos que acaban de pasar por mi casa y regalado su compa帽铆a, son las personas laboriosas que viajan por Espa帽a y el mundo sin complejos de ninguna clase, ni de superioridad ni de inferioridad, gentes amantes de la cultura y el arte, tan catalanes como espa帽oles, europeos o ciudadanos del mundo... y podemos encontrar nombres propios como Serrat, Boadella, Sisa... Para los catalanes tengo todos mis respetos, no para quienes secuestran la voluntad del pueblo esgrimiendo su nombre, fundamentalistas del poder y aprendices de brujo del fascismo.

No s茅 cu谩l ha de ser el destino de Espa帽a y de sus pueblos. Pero no ha de ser, desde luego, el marcado por estas gentes.

Ante todo ello s贸lo cabe ser tolerante, paciente y de amplias miras. La derecha espa帽ola lleva muchos a帽os siendo una f谩brica de independentistas en esta v铆a estrecha del choque de trenes a que nos ha conducido. Ahora, me temo, la cerraz贸n y soberbia independentista est谩 siendo una f谩brica de patriotas espa帽oles del mismo estilo y condici贸n. Y esa no es la soluci贸n, porque esa otra v铆a nos conducir谩 a mayores y m谩s graves enfrentamientos y el riesgo de echar por la borda largos a帽os de esfuerzos por una convivencia democr谩tica.

Espero lo mejor para un futuro abierto a Europa, libre de complejos hist贸ricos, en el que quepamos todos.

Te dejo, con mi afecto, este poemita que puedes leer pinchando en el t铆tulo:

ABRE LOS OJOS, DESEADA PATRIA
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Villar铆n



Registrado: 13 Abr 2007
Mensajes: 452

MensajePublicado: Mar Feb 12, 2019 1:30 pm    T韙ulo del mensaje: Helos ah铆... Responder citando

Helos ah铆...

En Espa帽a es un lugar com煤n, un clich茅 antiguo, que, en Catalu帽a, sus nativos son serios y formales, hombres de medida y sentido, documentados y responsables, y en general seguro que ser谩 as铆; resulta, sin embargo, que aquellos que se autodefinen solo como de identidad estrictamente catalana, los catalanistas secesionistas, en pol铆tica, se han venido manifestando precisamente en sentido contrario, a saber, virtuosos en insensateces y pr贸digos en desd茅n a las leyes, que han banalizado. Para no amontonar ejemplos: sirvan los hechos desleales de 1931, 1934, 2017.

Causa de este desprecio al orden jur铆dico, es que, hoy, 12 de febrero de 2019, algunos de los figurones separatistas catalanes, de estimaci贸n propia y desprecio ajeno, que se cre铆an por encima de la Constituci贸n, del Estatuto de Autonom铆a y del Estado de Derecho, les lleg贸 la hora de responder de su conducta ante la justicia, a la vista del C贸digo penal y de los comportamientos de los que vienen acusados; y helos ah铆, en el Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, para ser juzgados no por sus ideas separatistas y sus aspiraciones ideol贸gico-pol铆ticas como con mon贸tono anhelo de enga帽o y desgaste degenerante predican los imputados y sus corifeos de lazo amarillo, sino por su contumaz falta de respeto al derecho y la inatenci贸n a las resoluciones vinculantes del Tribunal Constitucional, y, lo que es tan grave, aprovechando sus cargos p煤blicos en la Generalidad o en el Parlamento auton贸mico para, en 煤ltimo t茅rmino, rebelarse contra el Estado espa帽ol y pretender mutilar a Espa帽a por dentro, que eso fue la DUI.

Estos secesionistas de impulsi贸n arrebatada, de o铆dos cerrados, de ceguera absoluta, de inercia deprimente, de errado derrotero, que est谩n en el banquillo de los acusados, no han querido considerar a tiempo, pese a los avisos, que sus pretensiones pol铆ticas 煤ltimas tienen algo que ver con la ley constitucional espa帽ola y con los derechos de los dem谩s ciudadanos, y luego de las oportunas advertencias, deso铆das, han seguido su camino, a su propia manera, chocando con parte principal del orden jur铆dico vigente y, por ello, como era de esperar, en el momento actual les toca enfrentarse a sus arbitrariedades y demas铆as, y a lo que a esto es consiguiente.

A m谩s, sin que hayan conseguido ni todo ni nada de lo que quer铆an, en su estado de lucha contra Espa帽a y su Estado de Derecho. Han de darse cuenta estos gobernantes auton贸micos, que mucho mejor le ir谩 a Catalu帽a no ir contra Espa帽a, no hacer rancho aparte, no vivir con esp铆ritu de tribu y bander铆a, y proseguir conviviendo con su rica personalidad colectiva dentro de la diversidad de la naci贸n espa帽ola y en solidaridad espiritual con el conjunto de los pueblos espa帽oles, con los que hist贸ricamente est谩 engarzada y hermanada. Cordura inteligente, sin estridencias, es lo que se precisa. Y no iniciativas ilegales y tremendistas. Ciertos catalanes han utilizado el autonomismo, el autogobierno, para con deslealtad sembrar el separatismo. El separatismo, por la fuerza, no es una respuesta adecuada a la situaci贸n de la Espa帽a constitucional, democr谩tica, auton贸mica y sin ausencia de libertad en la que vivimos.

El Estado de Derecho es aquel Estado en que, en su forma de organizaci贸n pol铆tica de la convivencia social, no solo los ciudadanos est谩n sometidos al derecho, sino tambi茅n los poderes p煤blicos est谩n regulados y los actos de poder controlados (principio de limitaci贸n y control del poder), con vinculaci贸n y sometimiento al derecho de todas sus instituciones y 贸rganos (incluso, claro est谩, al derecho por 茅l constituido, que, en este tiempo, normativamente, pr谩cticamente es todo el derecho), de manera que aquellos a quienes eventualmente la soberan铆a del pueblo conf铆a el ejercicio del poder pol铆tico del Estado, 鈥渘o lo usen de un modo distinto al sentido que impone el Derecho鈥. En suma, gobernar solo por la ley, seg煤n los poderes pautados por el derecho y con protecci贸n de los derechos individuales.

Nuestro Estado es de derecho. Espa帽a se constituye en un Estado social y democr谩tico de Derecho (art.1.1 CE). El Estado de Derecho, implica, en esencia, separaci贸n de los poderes del Estado, imperio de la Ley como expresi贸n de la soberan铆a popular, sujeci贸n de todos los poderes del Estado a la Constituci贸n y al resto del ordenamiento jur铆dico, y garant铆a procesal efectiva de los derechos fundamentales y de las libertades p煤blicas.

Entre las funciones b谩sicas del derecho est谩 establecer un orden social con validez jur铆dica. El orden es una necesidad de toda sociedad civilizada y m铆nimamente organizada. La convivencia social sin un orden no ser铆a posible, de ah铆 que sea 鈥渆xigencia social compartida鈥 su ordenaci贸n por el derecho, que legitima el orden y le otorga fuerza vinculante y eficaz coacci贸n para obligar a su cumplimiento y respeto. El derecho persigue la paz social y jur铆dica, la concordia, y se constituye para hacer posible la convivencia. No se puede concebir una sociedad sin derecho, pues ello nos llevar铆a a la anarqu铆a y al caos, a un mundo sin linderos, amenazado en toda hora, sin reglas del juego, sin horizonte. Es por esto que hay que corregir y sancionar las burlas separatistas al Estado de Derecho, para la mejor convivencia colectiva. Los jueces deben ser siempre una garant铆a y un freno a los abusos del poder, lo que es fundamental en un Estado de Derecho. A la hora de hoy, en este juicio, esa es precisamente la misi贸n del Tribunal Supremo de Espa帽a, administrar justicia, aplicando la ley. Es inimaginable otra cosa.

A estos reos se les va a juzgar por personadas versada en derecho, confrontando su comportamiento con lo preceptuado en determinados tipos del C贸digo penal. Ante esa instancia suprema, a los acusados, en apoyo de sus tesis y en defensa de sus derechos, ya no les valdr谩 su calenturiento irracionalismo, ni la habitual excitaci贸n emocional, la deformaci贸n de los hechos, la flagrante impertinencia, los actos de fuerza, las v铆as de hecho, sus engendros seudohist贸ricos, el rosario propagand铆stico, contraponer Catalu帽a a Espa帽a, ni los estribillos consabidos de agravios e injurias; tampoco atrincherarse en el intimidante clamoreo callejero, ni la amenazante bravuconer铆a de los politicastros les servir谩n de nada. Y de ning煤n modo, menos a煤n, lo que digan los grandes 贸rganos de comunicaci贸n nacionalista, o los periodistas de Paris, Roma, Londres, Berl铆n o Nueva York, que ni siquiera tienen una idea superficial de nuestras instituciones y nuestra historia com煤n.

Y es que la justicia no es una cuesti贸n de opini贸n p煤blica, aun instruida, sino de legalidad. No se juzga por lo que piense la opini贸n p煤blica, sino con arreglo a las leyes. La justicia no puede ceder a la presi贸n de la opini贸n p煤blica. La calidad del Estado de Derecho, en Espa帽a, en libertad, calidad democr谩tica y garant铆a de derechos, es de innegable categor铆a. Indubitadamente los acusados tendr谩n un juicio justo. Se los juzgar谩 imparcialmente y tendr谩n una sentencia jur铆dicamente irreprochable, como fueron las anteriores resoluciones constitucionales y otras atinentes al caso.

S茅 muy bien, sin embargo, que los malcarados del movimiento nacionalista-catal谩n, con su hostilidad cerrada, insultar谩n hasta la saciedad: anticatalanes, unionistas represores, fascistas, etc. No nos han de preocupar las voces de los que con sus separatismos quieren destruir Espa帽a. Vistos los acontecimientos, n贸tese que, sin el freno del Tribunal constitucional y la efectiva actuaci贸n judicial, los separatistas hubiesen tumbado la democracia espa帽ola.

En Espa帽a, al contrario de los que acaece en otros pa铆ses occidentales (v. gr., Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Portugal鈥), que se preservan constitucionalmente con rigor prohibitivo frente al separatismo, la opci贸n pol铆tica separatista es leg铆tima y legal, siempre que sus partidarios respeten las leyes y no se intente imponer la secesi贸n por la fuerza, orillando el derecho. Dicho de otra manera, la secesi贸n, como pretensi贸n, cabe en nuestras libertades pol铆ticas, con dos condiciones legales, como son, que se respeten las v铆as de reforma constitucional establecidas y que la decisi贸n se someta a refer茅ndum de ratificaci贸n por el pueblo espa帽ol.

En este sentido (al margen de los graves hechos sucedidos en septiembre y octubre de 2017, presuntamente constitutivos de infracci贸n penal y que ser谩n objeto del juicio), es evidente que los separatistas han superado con notorio exceso lo dispuesto en la Constituci贸n de 1978, mediante leyes patentemente inconstitucionales, como la Ley del Parlamento de Catalu帽a 19/2017, de 6 de septiembre, denominada del refer茅ndum de autodeterminaci贸n, declarada inconstitucional y nula por la STC 114/2017, de 17 de octubre (Pleno); y la Ley del Parlamento de Catalu帽a 20/2017, de 8 de septiembre, denominada de transitoriedad jur铆dica y fundacional de la Rep煤blica, igualmente declarada inconstitucional y nula por la sentencia del TC 124/2017, de 8 de noviembre (Pleno).

Somos palabras y silencio; lo que hemos hecho y lo que no hemos hecho; todo nos retrata. La soberan铆a nacional reside en el pueblo espa帽ol, del que emanan todos los poderes del Estado; el pueblo de Catalu帽a no es titular de un poder soberano, que es exclusivo de la naci贸n espa帽ola constituida en Estado, ni tampoco los ciudadanos residentes en aquella Comunidad pueden confundirse con el pueblo soberano espa帽ol. A veces pareciera que los marrulleros que se saltan la Constituci贸n y cercan la democracia representativa sean las v铆ctimas y los verdugos los defensores del Estado de Derecho.

Y si como es previsible, se dictare sentencia condenatoria, es razonable esperar que no se caiga en la politiquer铆a, ni se acuda de inmediato al laxo procedimiento del indulto. Es muy perjudicial para la funci贸n preventiva general de la pena, que la pena de un delito grave sea indultada. El indulto y el tercer grado penitenciario es, en muchos casos, un vaciado de la pena, una provocaci贸n, o sencillamente, impunidad. En el caso, de darse, ser铆a la justicia sin justicia. Los hechos espec铆ficos que se juzgan son muy graves y, no puede ser, de fallarse condena, que al cabo todo quede como si tal cosa, por uso del indulto. Y si as铆 fuera, no lo justificar铆a ni siquiera una buena explicaci贸n, poniendo la mira en la igualdad de trato con otros penados.

En el nacionalismo oigo los mismos discursos de ayer, de anteayer y de siempre; en s铆ntesis, quieren empujar a Espa帽a al precipicio. Encalmar a los separatistas es imposible, siempre seguir谩n descontentos y exagerando y multiplicando los prejuicios y el victimismo. No les interesa el proyecto com煤n; llevan en el esp铆ritu un incurable virus antiespa帽ol, da帽ino para todos. Mal camino es esa afici贸n del nacionalismo catal谩n de negarse a mirar a Espa帽a en su conjunto, afirmando que Espa帽a no existe y que solo es un Estado, el Estado espa帽ol; o creyendo en su existencia, por algunos m谩s realistas, disparatando que Espa帽a es el enemigo que oprime y explota a Catalu帽a; esa visi贸n arrogante o resentida, es cerrar el paso a toda soluci贸n de armon铆a, pues lo exagerado no beneficia el entendimiento.

Espa帽a no es facha, sino un pa铆s liberal y con verdadera democracia; en 茅l, las culturas y tradiciones, las lenguas e instituciones de sus diversos pueblos est谩n reconocidas, amparadas y protegidas. Identidad no es igual a separatismo; hay partes de Espa帽a (y de otras naciones europeas), con fuerte personalidad sin desarrollar secesionismo. La f贸rmula pol铆tica de convivencia que permite inteligentemente hacer fecunda la diversidad espa帽ola en la unidad de Espa帽a es la Constituci贸n espa帽ola.

En el conjunto de Espa帽a no hay oposici贸n a Catalu帽a, s铆 al nacionalismo catal谩n que sobrepasa la Constituci贸n y da帽a la convivencia. Catalu帽a es Espa帽a y Espa帽a es una realidad indiscutible. Frente a los secesionistas, respetando a las personas y sus derechos ciudadanos, defendamos la Espa帽a democr谩tica y constitucional, que es naci贸n de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes. No hay en Espa帽a problema m谩s grave que el de la unidad, por ello, me importa repetir que, por encima de todas nuestras discrepancias pol铆ticas, sin flaquezas, debe ponerse siempre a Espa帽a.

La rebullida nacionalista, de lastimeros alaridos, con su noveler铆a y propaganda, adoctrinamiento y manipulaci贸n, es decir, hiperactivo adiestramiento y ofensiva a fondo contra Espa帽a, no necesita justificaciones externas para ser lo que es y conocemos.

Aqu铆 lo dejo; sigo con el interrumpido hilo de mi actividad.


Ultima edici髇 por Villar铆n el Sab Oct 05, 2019 1:39 pm; editado 1 vez
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Villar铆n



Registrado: 13 Abr 2007
Mensajes: 452

MensajePublicado: Jue Abr 18, 2019 6:31 pm    T韙ulo del mensaje: Indisculpable dolo... Responder citando

Indisculpable dolo鈥

En la pol铆tica espa帽ola, el t茅rmino medio de justicia de la 鈥渃uesti贸n catalana鈥, es el autogobierno estatutario, dentro de la Constituci贸n; 茅sta es el punto de referencia y el terreno com煤n de entendimiento, cuando hay en la pr谩ctica incompatibilidad de fines. A mi juicio, en la Espa帽a actual, de libertades y autogobierno de sus pueblos, las quejas de los nacionalistas no son justas y respetuosas con la democracia liberal y representativa, ni con el orden jur铆dico constitucional. La democracia, sin control legal, no es una instituci贸n constitucional.

Para un esp铆ritu recto, propio de personas honradas, la insurrecci贸n catalana, de los facciosos separatistas, es un indisculpable dolo del que hablan los acontecimientos como un libro abierto, y que esperemos no vuelvan a reproducir, porque se tomen los remedios a tiempo por la Espa帽a constitucional, tolerante, democr谩tica y pac铆fica, antes de que aqu茅llos lleguen nuevamente a la sinraz贸n; aunque bien s茅 que nada es jam谩s el final de historia alguna, estoy en la creencia de que el relato determinista de la secesi贸n de Catalu帽a, el para铆so inevitable, nunca se lograr谩, al menos no, mientras la Espa帽a universal, que ensanch贸 el planeta, serena persevere en s铆 y siga siendo un Estado social y democr谩tico de Derecho, como hasta ahora.

Los pueblos de Espa帽a est谩n estrechamente emparentados, por sus valores afines, intr铆nsecos a nuestra sociedad, sin que empecen las diferenciaciones ling眉铆sticas y culturales regionales para vivir juntos en paz y armon铆a, pues todos los espa帽oles estamos entreverados tambi茅n por una cultura e historia com煤n, de muchos siglos, que, para las personas de buena fe, hace posible, v铆nculos de fraternidad y de comprensi贸n mutua, sin complicaciones del coraz贸n. Considero que se puede ser profundamente catal谩n o vasco o gallego o leon茅s sin dejar de ser espa帽ol. Tengo el sentimiento adquirido de que cada pulgada del suelo de todos nuestros pueblos, son mi patria, por eso, siempre digo que me alegran mucho las cosas que unen a los espa帽oles y me entristecen las que los separan.

La democracia espa帽ola respeta las peculiaridades de los diferentes pueblos de Espa帽a. A partir de la Constituci贸n de 1978 hubo una transformaci贸n radical y profunda del marco institucional espa帽ol, con una nueva ordenaci贸n territorial del poder pol铆tico, con instituciones pol铆ticas aut贸nomas, que no puede desconocerse. 驴Entre qu茅 gentes estamos, que ignoran esta verdad emp铆rica? Hoy como ayer, empero, los nacionalistas m谩s cerriles, no lo sienten as铆, siguen con el cuento de la hostilidad centralista, del sometimiento pol铆tico y cultural, que les impedir铆a desarrollar plenamente su cultura aut贸ctona, de la colonizaci贸n ling眉铆stica, con el castellano como lengua extra帽a o, en el campo socioecon贸mico-fiscal, el a帽ejo relato de que Espa帽a les roba, que presentan como prepotencia hacend铆stica del poder central del Estado.

Todav铆a hoy, en verdad, as铆 es c贸mo algunas de esas gentes se ven a s铆 mismas en relaci贸n con Espa帽a. No voy a detenerme a examinar estas opiniones, carentes de sentido, pues la respuesta adecuada y, a mi juicio, convincente, que el lector atento vislumbra, est谩 en ver las muy amplias competencias que tiene la Autonom铆a catalana, en la evidente normalizaci贸n del catal谩n, como lengua vehicular y docente, y en la incontestable prosperidad de la burgues铆a industrial, comercial y financiera all铆 existente, acaso demasiado avara y, por este motivo, demag贸gicamente, una parte poderosa de la sociedad, el Gobierno de la Generalidad y los partidos independentistas, han buscado excusas para escaparse, pues les molesta la solidaridad interregional en Espa帽a, que ellos llaman expolio fiscal. Quienes son partidarios de la secesi贸n lo ven de este modo, y ese ahorro en solidaridad, los llevar铆a a ellos al para铆so de la Rep煤blica de Catalu帽a. Y, en esta ola de separatismo, por supuesto, la identidad est谩 por encima de la igualdad de todos los espa帽oles, que no les gustan mucho, al fin y al cabo.

Aunque sus ideas pol铆ticas no son las m铆as, pues no veo ninguna contradicci贸n entre ser catal谩n y ser espa帽ol, a los l铆deres separatistas los respetar铆a si fueran limpios, si no usaran con mala fe, de manera abierta o solapada, la mentira frente a la historia y la ciudadan铆a, y no se condujeran al margen del derecho, como hemos visto. Pero para m铆, estas personas no son dignas de gran respeto ni de confianza pol铆tica; embriagadas del fanatismo que les caracteriza y cada vez m谩s estridentes, son las responsables de crear una atm贸sfera de veneno y mendacidad, que pretenden impune, y que ha estropeado profundamente lo que deber铆a ser saludable convivencia y concordia entre espa帽oles.

Se ha de entender de una vez por todas, que, en cualquier caso, se puede, y debe, refrenar por el derecho y, de un modo racional por la fuerza coactiva que da la legalidad, si fuera necesario, sucesos como los acaecidos en septiembre y octubre de 2017 en Catalu帽a, que ahora se juzgan, para impedir poner en peligro la sociedad libre y democr谩tica en que vivimos. No era inevitable que ocurriese lo que realmente ocurri贸. As铆 pues, se trata de no permitir que los separatistas, por las bravas, se salgan con la suya. Ser铆a totalmente err贸neo e irracional que triunfase la intolerancia excluyente. Necesitan educaci贸n democr谩tica aquellos que corroen la convivencia y destrozan los valores constitucionales.

No digo que haya que acallar los sentimientos y opiniones nacionalistas, y sus reivindicaciones, sino que deben saber convivir en paz con los sentimientos y razones, tambi茅n importantes, de los restantes ciudadanos espa帽oles, guardando todos, el derecho que ordena la convivencia, necesariamente lugar de encuentro. De modo que, respetando sus derechos fundamentales como personas y ciudadanos espa帽oles que son, hay que privar a los separatistas fervorosos del inventado derecho a actuar a libre elecci贸n, en 煤ltima instancia, sobre la secesi贸n de Catalu帽a.

Ya est谩 bien de 鈥渕alas tripas鈥, de crear problemas y luego exigir que otros los solucionen. La camarilla separatista, sin respeto a las leyes y a los derechos de los dem谩s ciudadanos, contra todo sentido com煤n, pretenden a toda costa la secesi贸n de Catalu帽a y para ello extorsionan o mediatizan la libertad de los gobiernos nacionales. Pareciera que todo cap铆tulo de la pol铆tica debiera ser y expresarse seg煤n sus solemnes exclusivos deseos, con independencia de su contenido y de su convergencia en el sistema en su conjunto. Los separatistas en el poder, siguen haciendo pol铆tica para s铆 mismos, pero la independencia unilateral no es un juego est茅tico sin consecuencias, ya que afecta a todos los que vivimos en el territorio espa帽ol.

Y, claro est谩, sin duda alguna, para la mayor铆a de nosotros, para gran n煤mero de ciudadanos, no es dable aceptar ese comportamiento, presente en la realidad, de creerse no estar bajo la ley general y adem谩s due帽os del pa铆s entero y, por tanto, es necesario impedir y castigar, con las normas jur铆dicas, aquellos actos de parte que, con violencia o sin ella, negando el derecho y la ley, de manera objetiva pisotean los derechos de todos.

El derecho es de todos, y los autores de los atropellos, de los que piensan como yo y distinto que yo, tienen que rendir cuenta a la justicia, sean gobernantes o gobernados, y esto es lo que define a una verdadera democracia, en su idea y en su existencia, si queremos llevar una vida libre. No dejemos que las intentonas secesionistas pasen a m谩s, sino volver谩n andar a su merced en su quehacer pol铆tico. Espa帽a no se puede deshacer o descomponer por los abusos de los torticeros separatistas que, salidos de madre, con soltura, se desentienden de la Constituci贸n espa帽ola, que maltratan. 驴Qui茅n no tiene claro esto? 驴Y qui茅n no lo lamenta? Estas cosas, no deben ser toleradas.

Las leyes deben ser cumplidas, por los de aqu铆 y los de all铆 y los de m谩s all谩, tambi茅n por esos ciudadanos, clase dirigente, que, en nuestros d铆as, t煤 y yo vemos sentados en el banquillo de los acusados o, en estrados, seg煤n, del Tribunal Supremo, para ser juzgados. Esta realidad judicial, que acredita fehacientemente que nadie est谩 por encima de la Constituci贸n y las restantes leyes, les vendr谩 de perlas a los chapuceros dirigentes separatistas, ya que a煤n no han comprendido bien lo que significa el Estado de Derecho; recu茅rdese, en este sentido, las palabras de Artur Mas, en 2013, anteponiendo el supuesto 鈥渄erecho a decidir鈥 (la constituci贸n no tiene incorporado el derecho de secesi贸n, hacerlo exigir铆a su reforma) a las 鈥渘ormas, leyes y constituciones鈥, y recientemente, en febrero de 2019, en el mismo sentido, con unidad de pensamiento, Quim Torra, aduciendo que 鈥渓a democracia [al modo separatista] est谩 por encima de la ley鈥.

El principio democr谩tico solo resulta viable en el marco de un Estado de Derecho, y el llamado 鈥減roces鈥 no fue ajustado a la legalidad constitucional espa帽ola, al intentar la ruptura constitucional por la v铆a de hecho, haciendo a sabiendas leyes inconstitucionales, que fueron anuladas por el Tribunal Constitucional, y un refer茅ndum (1 de octubre de 2017), para el que no ten铆an competencias a fin de convocarlo y que, sin garant铆as democr谩ticas, no cumpl铆a las condiciones para ser v谩lido, como todo el mundo sab铆a, y puso de manifiesto la Comisi贸n de Venecia (贸rgano consultivo en materia constitucional del Consejo de Europa), que, l贸gicamente, le dio la espalda, al carecer de credibilidad. 隆Hasta se les cayeron las urnas en la calle, repletas de papeletas de voto, llevadas por mozos muy democr谩ticos! 驴Y despu茅s qu茅? Pues nada, que no les da verg眉enza decir que lo ganaron. As铆 es.

Empero, pese a lo que siguen diciendo, es m谩s exacto y cierto, que el supuesto referendo y la subsiguiente declaraci贸n unilateral de independencia (DUI), no obtuvieron validaci贸n o reconocimientos internacionales, ni pol铆ticos ni legales, por lo sobredicho. Y es que todos esos actos fueron contrarios a la legalidad interna y a la internacional, en la que quer铆an anclar un supuesto derecho de autodeterminaci贸n para la secesi贸n, que, seg煤n los separatistas, les reconoc铆an algunos pactos internacionales de derechos civiles y pol铆ticos, y que, como se sabe, solo est谩 previsto para situaciones coloniales o de opresi贸n nacional; en palabras de la Resoluci贸n 1514 de la ONU, para situaciones aplicables 鈥渁 una subyugaci贸n, a una dominaci贸n y a una explotaci贸n extranjera鈥, lo que es evidente que no acaece en Catalu帽a. La autodeterminaci贸n, no debe confundirse con el derecho a decidir, que las instituciones catalanas ejercen diariamente, dentro de sus competencias estatutarias.

隆Cu谩nta cultura pol铆tica necesitan estos integristas catalanes, con su diluvio de tonter铆as! 隆Qu茅 flaqueza mental! Sin precisi贸n de ideas y de lenguaje no es posible el buen entendimiento pol铆tico. Cualquier concepto pol铆tico-jur铆dico, en ellos, es oscilante en su estructura l贸gica y funci贸n. Siempre hacen nuevas y parciales ex茅gesis inspiradas en intereses subjetivos y partidistas, frente al criterio de la ciencia pol铆tica o del derecho o de la convenci贸n aceptada. Se comprende, pues, que con estas personas sea dif铆cil razonar y dialogar, ya que, en sus voces, las palabras flotan sin perfil seguro, y nada se torna di谩fano y comprensible, salvo el invariable deseo 煤ltimo, de la secesi贸n, tesis general y fin fijado definitivamente.

Estas gentes no quieren la democracia gobernada por la ley, solo conseguir sus fines con las m谩s descaradas interpretaciones. Dicho con otras palabras: se mueven en el apogeo del 鈥渄ecisionismo鈥 y del voluntarismo jur铆dico (la Constituci贸n catalana, que ten铆an dispuesta, en lo esencial, era puro decisionismo autoritario) y, sus intransigentes partidarios, a veces agresivos, andan en la obediencia irreflexiva, acr铆tica e incondicional; nada ponen en cuesti贸n, pese a los innumerables enga帽os. Dentro del pluralismo pol铆tico espa帽ol, en abstracto, hay que respetar sus ideas de secesi贸n, cierto es, aunque no las compartamos, pero no pueden pedir respeto para su manera de llevarlas en acto, vulnerando las leyes, erosionando las instituciones, socavando la convivencia ciudadana, desacreditando la democracia espa帽ola. Una y otra vez, siempre lo mismo.

隆Qu茅 cinismo, qu茅 tozudez, qu茅 hast铆o de agitaci贸n! 驴Y hablar de presos pol铆ticos? En esto, por fortuna, no han conseguido enga帽ar a nadie sensato, ni a Amnist铆a Internacional, que tiene dicho que los pol铆ticos sobreentendidos no son presos pol铆ticos, ni siquiera a los ligeros jueces del tribunal regional alem谩n de Schleswig-Holstein, que, en su pobretona resoluci贸n, afirmaron que en Espa帽a no hay persecuci贸n pol铆tica. La difamaci贸n es incompatible con la verdad de las libertades de que gozan los separatistas en Espa帽a y que, frecuentemente, ejercen con abuso o en fraude de ley, a expensas de los derechos de otros ciudadanos. Me sorprende, sobremanera, que gentes que se llenan la boca de igualdad y libertad de los ciudadanos, sin embargo, subterr谩neamente se congracien con los que a diario ningunean la libertad, el pluralismo, la justicia y la solidaridad, a los que encima, se quiere premiar, con concesiones, para profundizar a煤n m谩s en la desigualdad entre espa帽oles.

Cuando estoy camino de terminar estas l铆neas, leo en los diarios de prensa, de hoy d铆a 18 de abril de 2019, al hilo de esta cuesti贸n catalana, que, en Vich, a una candidata a diputada en el Congreso de los Diputados, y a su comitiva, los dulces y pac铆ficos separatistas y, desde luego, 鈥渁ntifascistas鈥, les gritaban lindas palabras, xen贸fobamente cordiales, tales, como: 隆鈥漬o sois catalanes y 茅sta no es vuestra tierra鈥, 隆鈥渇uera, fuera鈥︹! Unos d铆as antes, esta vez en Renter铆a, otros nacionalistas, con oprobiosa finura y la punter铆a de palabra ofensiva que les califica, en reba帽o, actuaban con id茅ntica civilizaci贸n. Y, lo que es tan malo, al menos a m铆 me lo parece, es que, estas conductas viles, impropias de una sociedad democr谩tica, algunos aficionados leales las justifican, con la excusa, que pretenden absolutoria, de que hay que respetar la libertad de expresi贸n y que, tales sufridores de sus divinas palabras, van 鈥渁ll铆鈥 a incendiar la convivencia.

Catalu帽a debe ser un h谩bitat democr谩tico y no un territorio sin ley. 隆Presc铆ndase de los separatistas, de derecha y de izquierda, con su fuerza condicionante, en la sustentaci贸n parlamentaria de los Gobiernos nacionales, sean 茅stos del color que sean, en cuanto los actos de aqu茅llos sigan pautas de comportamientos ego铆stas, xen贸fobos, contrarios al inter茅s general de Espa帽a o, abiertamente incumplan o menoscaben la Constituci贸n! La clase pol铆tica debe ser socialmente responsable. Enti茅ndanse entre s铆, sin estrechar manos de amigo a los enemigos de la libertad y de la llana convivencia.

De cara a las pr贸ximas elecciones auton贸micas, cuando all铆 se convoquen, ser铆a muy conveniente construir una alternativa pol铆tica que sea capaz de liberar la convivencia social de la presi贸n asfixiante del nacionalismo reaccionario, excluyente y xen贸fobo que, como poder p煤blico y sin neutralidad, en estos momentos gobierna con asombrosa impericia y sectarismo la Generalidad; coalici贸n o entendimiento, que ayude a superar las querellas internas en esa sociedad, profundamente dividida con disputas de arraigo y pertenencia, entre otras, pues, est谩 visto que, a m谩s nacionalismo doloso, menos libertad y m谩s crispaci贸n en la ciudadan铆a, siendo tambi茅n, que, el exagerado proceder de los nacionalistas, no es inocuo para la convivencia cohesiva de Espa帽a, que se intenta destruir, por consumados especialistas, para tal empresa.


Ultima edici髇 por Villar铆n el Mar Oct 08, 2019 4:21 pm; editado 3 veces
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Villar铆n



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MensajePublicado: Jue Jun 13, 2019 8:01 pm    T韙ulo del mensaje: La jactancia ser谩 condenada... Responder citando

La jactancia ser谩 condenada鈥

El Estado de Derecho no es venganza, hace justicia. La democracia tiene valores 茅ticos y reglas jur铆dicas, que hay que respetar. En una democracia constitucional, ante los golpistas separatistas, no valen cataplasmas sino aplicaci贸n de la ley y el derecho, con asunci贸n de sus consecuencias. La pol铆tica no es una canonj铆a que no exige ninguna responsabilidad.

Los caudillos secesionistas, seg煤n pienso, ser谩n condenados por la Sala penal del Tribunal Supremo, en una sentencia expresada, espero, con el lenguaje de los hombres justos. Los condenados, en las circunstancias de hecho consabidas, quisieron derogar la eficacia de la Constituci贸n en Catalu帽a y declararon la independencia de una parte del territorio nacional. Estos tipos decididos cre铆an que ten铆an absoluta carta blanca y despreciaron las leyes y la justicia, y 茅sta, ahora, con elogiable imparcialidad y magn铆fica pedagog铆a, los ha juzgado y, m谩s pronto que tarde dictar谩 una sentencia justa, condenando los comportamientos delictivos, no las ideas pol铆ticas secesionistas, que, por s铆 solas no delinquen, y a cada momento se expresan lib茅rrimamente.

La justicia no puede ser un juguete de los poderosos. Empero la sentencia no servir谩 para ejemplo y escarmiento de los golpistas, en el caso de que, por el Gobierno de la naci贸n, al poco, se los indulte, poni茅ndolos de patitas en la calle, como si nada. Los condenados, compactos y activos, ni est谩n arrepentidos de no obedecer las leyes, ni tienen prop贸sito de enmienda. 鈥淭odo lo que hice lo volver铆a a hacer y no me arrepiento鈥, dijo en el uso de la 煤ltima palabra el presuntuoso Cuixart, ayer d铆a 12, fecha de cierre del juicio. Y el Presidente de la Generalidad, J. Torra, esta ma帽ana, en el Parlamento de Catalu帽a, en claro desaf铆o, manifest贸 que 鈥渓o volveremos a hacer鈥.

La Sala juzgadora, que, llegado el caso, ha de informar respecto del indulto, si se solicita, deber铆a considerar seriamente perjudicial para la funci贸n preventiva general de la pena que la pena de un delito tan grave, como es el de rebeli贸n (probable tipo penal principal aplicable, entre m谩s), sea indultada. Las cuentas se rinden cumpliendo la pena. La inclinaci贸n a las revueltas de los separatistas viene de lejos y aprovechar谩n cualquier oportunidad para de nuevo rebelarse, seg煤n la l贸gica interna del movimiento secesionista y de las conductas acreditadas, de desligarse de las leyes. El indulto, en estas circunstancias, significa vaciado de la pena e impunidad. En las conductas de los condenados hubo orondo dolo penal, que, por clar铆simo, no les permitir谩 escabullirse del C贸digo penal.

Estos separatistas, de extravagante chuler铆a, de ofensa inaudita a la Constituci贸n espa帽ola, ora aqu铆 ora all谩, con sus mentiras evidentes, fingen que en Espa帽a no existe democracia, mientras ellos se autoproclaman dem贸cratas de oro, aunque no han respetado las reglas democr谩ticas del Estado de Derecho. Los pol铆ticos condenados jam谩s deber铆an ser admitidos como dem贸cratas en las filas de una democracia, so pena de humillarla; un dem贸crata no puede tratarlos pol铆ticamente de igual a igual, salvo impostura. Los separatistas encrespados, que desenvolvieron una conducta pol铆tica de absoluta incompatibilidad con el ordenamiento jur铆dico, no son dem贸cratas, si nos atenemos a la verdad de los hechos, a la raz贸n y al derecho. 驴Se puede entender que sean dem贸cratas quienes no respetaron la Constituci贸n ni el consiguiente Estado de Derecho y siguen hoy con su desaf铆o a la concordia? 驴No o铆s las arengas de furia que hacen?

El camino racional para superar la crisis pol铆tica en esa Comunidad Aut贸noma, no es m谩s nacionalismo, como actitud, enemigo de Espa帽a. No olvidemos las lecciones pasadas, de larga memoria, pues vienen de lejos. No se debe favorecer sus deseos, d谩ndoles ox铆geno pol铆tico, en plenitud cordial. La Espa帽a pol铆tica, liberal y democr谩tica, la derecha, el centro y la izquierda, deber铆an rechazar rotundamente, sin ambages, compadreos y pactos con este nacionalismo separatista, torticero y desleal, definitivamente; si se quiere ayudar al mejoramiento y progreso de Espa帽a en su conjunto, de la Espa帽a de siempre, de ra铆z antigua y de experiencia heredada, y de la Espa帽a de vivencia actual, hecha de valores diversos, los partidos de 谩mbito nacional, han de mostrarse en contra de componendas con los secesionistas, que no respetan la realidad de Espa帽a, que niegan o desvalorizan, ni las reglas de nuestra democracia constitucional, propias de una sociedad avanzada, abierta y liberal, que desacreditan, a cada paso.

Como ciudadano espa帽ol, no perdonar茅 a estos conciudadanos, de consagrada acci贸n unilateral, el bochorno y la verg眉enza ajena que me hacen pasar con su est煤pida presunci贸n de superioridad, su tendencia a zaherir, su deslealtad constitucional, su d茅ficit democr谩tico, su jactancia, su actitud altiva, su mendacidad, sus tergiversaciones, su constante violaci贸n de los derechos civiles, su falta de consideraci贸n a Espa帽a, su regocijo desprestigiando al Estado espa帽ol, sus embrollos legales, sus maniobras fraudulentas, sus ego铆stas intereses creados, su arrebato de golpe de Estado, del que hacen a煤n jactanciosa gala los condenados y sus pendencieros secuaces. Con sinceridad completa, estoy cansado de este nacionalismo ac铆bar, estridente, de mon贸tona discordia, de salidas de tono, de gentes alborotadas, de ambiente hostil y, pol铆ticamente, a medio educar. Todos los separatistas, en pol铆tica, se parecen unos a otros como gotas de agua. Con ellos, seguir hablando no conduce a nada.

Al primer pronto, dos ejemplos, entre m谩s, que, en una sociedad democr谩tica y moderna, parecen incre铆bles, ciertamente. A grandes rasgos, por alusi贸n: la atrincherada arbitrariedad de la mayor铆a secesionista en el parlamento catal谩n los d铆as 6 y 7 de septiembre de 2017, salt谩ndose a capricho, con insolencia, las normas reglamentarias procedimentales, creando un procedimiento at铆pico para la ocasi贸n [aprobaci贸n de las leyes de refer茅ndum y de transitoriedad jur铆dica], y ello, 鈥渃on arbitraria derogaci贸n singular de las normas reglamentarias para la ordenaci贸n de la legislaci贸n y una patente infracci贸n de las especificas previsiones del Reglamento del Parlamento de Catalu帽a para su propia reforma鈥, al decir del TC, y, por ende, pisoteando los derechos de los restantes grupos parlamentarios opositores presentes en la C谩mara; conducta escandalosa, que caus贸 estupor general. Recu茅rdese, tambi茅n, los sucesos del 20 de septiembre de dicho a帽o, 茅stos en la calle, hechos de intimidaci贸n, coacci贸n y violencia, principalmente, ante la Consejer铆a de Hacienda, con ocasi贸n de un registro judicial, donde una muchedumbre de fan谩ticos pros茅litos, de probada obediencia, siguiendo un llamamiento de sus voceros, con la contemporizaci贸n de las autoridades, ya ese d铆a traslucieron visos de insurrecci贸n, finalmente apagada en la noche, pero que, a todas luces, fue un primer ensayo para otras acciones de mayor ofensiva contra el Estado, que todos vimos.

La XI legislatura auton贸mica del Parlamento de Catalu帽a, comenzada el 26 de octubre de 2015 y finalizada el 27 de octubre de 2017, fue vorazmente antiespa帽ola y marc贸 un hito inigualable de deshonor en la vida pol铆tica democr谩tica de aquella asamblea regional. Los diputados separatistas, que hablaban 鈥搚 siguen hablando鈥 como due帽os de Catalu帽a y de la Libertad, a lo largo de esa legislatura, con su actos y decisiones: conculcaron la democracia y el Estado de Derecho, invadieron la soberan铆a del poder constituyente, vulneraron el principio de unidad de la naci贸n espa帽ola y de autonom铆a, infringieron la ley con dotaciones presupuestarias para la celebraci贸n de refer茅ndum inconstitucional, etc., y, tozudos e inflexibles, el d铆a 1 de octubre de 2017, con murmullo de odio, sin legalidad y garant铆as, a su libre deprimente manera, llevaron a cabo una consulta supuestamente referendaria, sobre la independencia de Catalu帽a, para d铆as despu茅s, el 27 de octubre de 2017, la mayor铆a independentista del parlamento regional, declarar la independencia unilateral de Catalu帽a (DUI), que el Tribunal Constitucional suspendi贸 el d铆a 31 de ese mes, y el 8 de noviembre de ese a帽o, entrando en el fondo del asunto, declar贸 inconstitucional y, por tanto, anul贸 y dej贸 sin efecto. Los separatistas trastornaron todas las reglas del juego democr谩tico. De estas cosas dan raz贸n las sentencias del Tribunal Constitucional.

En la actualidad, junio de 2019, en tr谩nsito por la legislatura XII, ese enfurru帽ado parlamento, dominado por los separatistas, sin virtudes pol铆ticas y escaso haber moral, sigue en sectaria decadencia; necesita redenci贸n democr谩tica (aceptaci贸n de las normas jur铆dicas que rigen y conducen nuestra vida pol铆tica y social, en tanto vigentes), para que goce de dignidad, de respeto y consideraci贸n.

En Catalu帽a se quiere hacer desaparecer la idea de la naci贸n espa帽ola. Afortunadamente, muchos catalanes le hacen cuernos al nacionalismo obligatorio. Lo que quieren los secesionistas, la independencia, debe quedar distante de su 煤nica aspiraci贸n, por lo que podr铆a venir a continuaci贸n, con consecuencias incalculables. Condescender a la recurrente petici贸n de celebraci贸n de un refer茅ndum de autodeterminaci贸n, solo en Catalu帽a, adem谩s de no ser posible constitucionalmente, sin previa revisi贸n constitucional ex art铆culo 168. 1 y 2 CE, m谩s decisi贸n referendaria de la soberan铆a nacional y, por tanto, determinaci贸n del conjunto del pueblo espa帽ol (ex art. 168.3 CE), de autorizarse, algo sumamente improbable, salvo enajenaci贸n colectiva, provocar铆a en otras Comunidades din谩micas de emulaci贸n, que, al cabo, resquebrajar铆an Espa帽a; un camino que entreveo nos conducir铆a a l谩grimas y pesares.

驴Podremos vivir los espa帽oles horas despreocupadas, libres de estos tumultuosos tunantes, de helada perfidia, que aspiran al imposible y atizan la discordia en Espa帽a? Catalu帽a es ahora una tierra amarga, de ansiedad dolorida, de tristeza gris, por culpa de estos nacionalistas de humor bilioso y de sus seducidos comparsas, de adulaci贸n servil. El movimiento separatista ha eliminado de su direcci贸n pol铆tica, la inteligencia. Han convertido la pol铆tica catalana en una cuesti贸n de tribu, con intenciones poco cordiales. Se pasan de listos y hay que estar con el o铆do alerta, sin esperar a que suenen de nuevo las alarmas. Conf铆o que los afanes secesionistas se topen siempre con la Constituci贸n espa帽ola y el resto del ordenamiento jur铆dico. En la Espa帽a de ahora, de libertad plena, as铆 es, y as铆 debe seguir siendo.
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Villar铆n



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MensajePublicado: Lun Oct 14, 2019 1:47 pm    T韙ulo del mensaje: Hasta aqu铆 hemos llegado... Responder citando

Hasta aqu铆 hemos llegado鈥

En Catalu帽a, el Estado de Derecho reclama respeto inaplazable. Los separatistas, con sus malos usos pol铆ticos, su brutal necedad, su tosquedad inigualable, en los 煤ltimos a帽os, por doquier hab铆an perdido el respeto a la ley; empero, no pod铆an ser definitivas y quedar impunes sus intolerables conductas il铆citas. El separatismo antidemocr谩tico, displicente, distanciador, altanero, ineducado, que quer铆a volar sin trabas, poniendo al Estado patas arriba, pretendiendo porque s铆 quebrar el orden constitucional y liquidar el Estatuto de Autonom铆a, declarando la independencia de Catalu帽a, ha sido condenado por el Tribunal Supremo, en las personas de sus m谩s cualificados dirigentes, en sentencia dictada con perfecta coincidencia de criterio jur铆dico de los magistrados del tribunal, esto es, por unanimidad, en la apreciaci贸n de los tipos penales aplicados.

No sobreestimo a los jueces, ni tengo un concepto extraordinario de ellos, como si fueran personas que no pueden equivocarse jam谩s, pues s茅 que no siempre aciertan, cuando juzgan, como, pienso, es el caso, con su fallo recortado, azucar谩ndolo de rebeli贸n a sedici贸n, pero son garant铆a del funcionamiento de una sociedad democr谩tica. Ahora corresponde acatar la sentencia por los condenados, y respetarla por la ciudadan铆a e instituciones, sin perjuicio de los recursos extraordinarios que contra dicha resoluci贸n procedan e interpongan los interesados, y de la actividad cr铆tica, ya especializada, ya vulgar, que es libre de hacer las glosas y comentarios que estime pertinentes.

Se juzgaron exclusivamente hechos il铆citos previstos en el C贸digo penal, seg煤n un juicio de Derecho, celebrado con pleno respeto a las garant铆as defensivas de los acusados, y se ha hecho justicia dentro de los l铆mites de la ley y del derecho. El derecho penal pas贸 limpiamente por el derecho procesal, en cuanto a garant铆as. Ante la Justicia de un Estado de Derecho bien construido, que funda sus decisiones judiciales en hechos y pruebas, teniendo las partes ocasi贸n de tomar posici贸n, de nada sirve la confusi贸n interesada, el desmesurado fuego de palabras, la revuelta anticonstitucional, la contaminaci贸n de la propaganda, o la amenaza de desobediencia. Por lo pronto, la justicia ha prevalecido sobre el separatismo turbulento, que, de todos modos y a toda costa, sin pulcritud democr谩tica, quer铆a prescindir de las reglas del Estado constitucional, acarreando malas consecuencias, en todo orden de cosas. Defender la independencia de una parte del territorio nacional, en nuestro derecho es leg铆timo, pero siempre que no se cometa delito alguno. El derecho vigente es obligatorio y debe ser observado por todos los ciudadanos.

En adelante, despu茅s de esta experiencia de car谩cter negativo, ser铆a deseable que, en el campo nacionalista, donde no parece haber nadie de primer orden pol铆tico, se alzaran voces sensatas, de buen sentido y gesto noble, que apart谩ndose de la ruta emprendida, de marcada duraci贸n y repleta de hostilidad agresiva, adviertan, con convicci贸n de racionalidad, que no pueden hacer lo que les place, seg煤n su real gana y, de una vez, adquieran la certeza de su finitud jur铆dica, pol铆tica y constitucional, reconduciendo su actual posici贸n de mendacidades, de artima帽as, de est茅ril confrontaci贸n y de maniobras unilaterales rupturistas, a las premisas constitucionales, a los cauces legales propios de nuestro sistema democr谩tico; esto me parece lo inteligente y honrado.

A mayor abundamiento, el poder pol铆tico regional, sin falsa apariencia de neutralidad institucional, e ideol贸gica en centros educativos y sociales, debe rebajar la fuerte tensi贸n pol铆tica e ideal con la que se desenvuelve, pues la ciudadan铆a ha de prevalecer sobre la identidad, facilitando, de ese modo, la convivencia social en la plural Catalu帽a, que, de manera manifiesta y paladina, los separatistas han deteriorado de manera grave, con su actitud desleal, sectaria y de excesos anticonstitucionales; a la par, deben favorecer relaciones arm贸nicas con las distintas instituciones del Estado, por el bien com煤n de los ciudadanos, que, como seres libres, necesitan respeto y paz social, sin arbitrarias exclusiones, por el origen, del seno de la comunidad.

Empero tengo completa desconfianza. No quiero ser ingenuo, el proces, sigue en marcha. Los espa帽oles conscientes, deben velar por las instituciones y defender la democracia frente al nacionalismo inmoderado, constri帽茅ndolo socialmente, y, el Estado ha de mantener a raya, por el derecho, a los exaltados, tipo MIC, de posturas agresivas, o algunos CDR ultras y violentos, antes de que, por su frustraci贸n y comportamiento, elijan mal el camino y comience a suceder en Catalu帽a lo que en democracia acaeci贸 en el Pa铆s Vasco, bajo el nacionalismo de sentimientos venenosos y hostiles, a saber: merma de libertad, miedo, forzados silencios, humillaciones, asesinatos, extorsiones, y expulsi贸n por el terror de miles de ciudadanos disidentes, etc. Esto no puede pasar inadvertido, pues, la verdad, afirmada en los hechos, tiene que sobrevivir, sin maquillaje.

Los separatistas, de dinamismo constante, que quieren desasirse de Espa帽a y de cualquier manera la agitan, no act煤an con responsabilidad social y buena fe objetiva, ni asumen las consecuencias de sus actos; en ellos, la mentira es un divertimento y un arma m谩s de la pol铆tica sin moral que practican y, de inmediato, olvid谩ndose de los delitos cometidos por los condenados, que para los secuaces de ese movimiento son nader铆a, contin煤an con la campa帽a de desprestigio de Espa帽a, sin tasa y sin fatiga, sin horario y sin tregua, a cada momento, en cualquier parte, jaleando a los cuatro vientos que el Estado espa帽ol, arbitrario e injusto, los reprime y persigue por su ideolog铆a pol铆tica, pese a que, en el correr de los d铆as y de la actualidad, a la vista de todos, dicen y desdicen lo que les da la gana, con emotiva vehemencia y ardorosa defensa de sus firmes convicciones, sin restricciones de pensar como quieran, como hacen el resto de los ciudadanos espa帽oles. Son insoportables, quej谩ndose de Espa帽a siempre.

Para estos separatistas inverecundos, el resultado del fin de su anticonstitucional aventura, que, enteramente recordamos, con perfecta exactitud, es decepci贸n, pues, ciertamente, a muchos han enga帽ado 鈥搚 desenga帽ado鈥, nada m谩s han conseguido, y todo sigue igual en sus pretendidos logros. Con su t铆pica petulancia y veloz demagogia, m谩s esa pobre idea que tienen de Espa帽a y predican sus voceros, terminar谩n pudri茅ndose en s铆 mismos; por fortuna, sin abrirse paso, en su deseado sentido 煤ltimo.

Los muchos separatistas de agrio rostro, de 谩spero estilo colectivo, fundamentalistas cada d铆a y el anterior, que flamean que la calle es suya y mancillan la convivencia con borreguil coacci贸n, en pol铆tica, no me gustan. No me gusta su tergiversaci贸n de los principios del Estado de Derecho, ni sus contravenciones de la Constituci贸n, ni sus habituales clich茅s conocidos y superconocidos sobre Espa帽a, ni etc. 驴Por qu茅 no descans谩is, nacionalistas impacientes? 驴Por qu茅 mir谩is embelesados, vuestro peque帽o ombligo? 驴A qui茅n conviene, ese cegado orgullo, ese coraz贸n estrecho, esa ira bramando, esa recia malicia, esa sembrada ponzo帽a, esa divisi贸n de primitivos tiempos? Nunca har茅is, de Espa帽a, trizas.

Para terminar, expreso un deseo. Reconoci茅ndome como espa帽ol, mi anhelo, para Espa帽a, que da cobijo a todos, es una vida perdurable, sin zozobra, de d铆as felices y tranquilos, de ilusiones y posibilidades, unida en los momentos f谩ciles y en los dif铆ciles, por encima de los diferentes trasfondos ideol贸gicos y concepciones pol铆ticas; ya dije, en anterior ocasi贸n, quisiera que hubiera un patriotismo sin pose, sereno, mesurado, culto, anclado en la realidad de una democracia de Estado de Derecho, regido por los valores constitucionales y derechos fundamentales expresados en la Constituci贸n de 1978, que debemos conservar y perfeccionar, con voluntad de convivencia, con esp铆ritu de concordia y sentido de unidad.

Una Espa帽a con todos sus caracteres nacionales, donde el enfrentamiento pol铆tico en cualquier cosa, la m谩s de las veces sea reemplazado por la cooperaci贸n activa y v铆as de entendimiento, restando tensi贸n y crispaci贸n a la vida p煤blica, para el progreso y la mejor convivencia de los ciudadanos. Los espa帽oles, conjuntados, con sostenido esfuerzo de dedicaci贸n, debemos cultivar esta aspiraci贸n ideal, con esp铆ritu alerta, para no caer en la disgregaci贸n, de los que se proponen lo contrario con irresponsable ambici贸n, que quieren separar, con desgarro, lo unido por siglos de historia. La secesi贸n es el vocablo donde los mandarines nacionalistas alojan sus enardecidos entusiasmos y con el que est谩n escindiendo Catalu帽a en dos grandes mitades incompatibles. Espero que, lo que no debe ser, no sea. 隆Cuidemos Espa帽a, que, en su pluralismo y diversidad, nos enriquece en un nexo rec铆proco!

No apuro m谩s este tema, todo alcanza un final.
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Villar铆n



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MensajePublicado: Jue Nov 14, 2019 7:14 pm    T韙ulo del mensaje: Todav铆a unas palabras m谩s... Responder citando

Todav铆a unas palabras m谩s鈥

Con brevedad y a grandes rasgos. En Espa帽a, al amparo de la Constituci贸n, se goza de amplia libertad de expresi贸n para la exposici贸n y defensa p煤blica de las diversas concepciones ideol贸gicas, sin m谩s l铆mite que la difusi贸n de un discurso de odio o de incitaci贸n a la violencia; de manera que, fuera de esta l贸gica restricci贸n, en el 谩mbito del discurso y del libre debate de las cuestiones pol铆ticas, libremente se puede rechazar las estructuras constitucionales del Estado, incluida la forma de gobierno mon谩rquica, como hace d铆a a d铆a el separatismo, aqu铆, all谩 y acull谩; pero, eso es una cosa, y otra diferente, que la actividad pol铆tica no tenga l铆mites, en un sentido democr谩tico, de acatamiento a las reglas constitucionales y de respeto al r茅gimen de libertades y derechos fundamentales. En la pol铆tica no existe irrestricta libertad, al margen del Estado de Derecho, de modo que, en su ejercicio y funciones, a nadie le est谩 permitido hacer lo que le venga en gana. La pol铆tica no est谩 desprovista de limitaciones jur铆dicas.

As铆, pues, una cosa son las reivindicaciones democr谩ticas del nacionalismo, que tienen cabida en el pluralismo pol铆tico y la libertad ideol贸gica, como, por ejemplo, reclamar el reconocimiento constitucional del inexistente derecho de secesi贸n y, otra, sin confundirse, la alternativa intolerable de intentar conseguir la secesi贸n, con desprecio a la Constituci贸n y sin respetar las v铆as de reforma establecidas. Creyeron demasiado en s铆 mismos, pero, en una democracia, actuar fuera de la ley, siempre, es equivocado. Las leyes promulgadas deben cumplirse rigurosamente, si queremos que la convivencia colectiva sea llevadera, sea en concordia.

Cualquier ciudadano autoconsciente y bien informado, sabe perfectamente que, como consecuencia de la igualdad absoluta ante la ley con todas sus consecuencias, en Espa帽a (o en cualquier otro lugar de la UE y en todos los C贸digos) no pod铆an quedar impunes los que con su conducta han da帽ado el Estado de Derecho y la democracia constitucional, y, por tanto, hoy por hoy, en este punto, seguir queriendo actuar en la vida pol铆tico-social como si no existiese la ley y el derecho, lleva, invirtiendo la direcci贸n correcta, a estrellarse una vez m谩s contra la imposibilidad de su eliminaci贸n a libre voluntad, en su ser y tenor, si no es por sus propias reglas de revisi贸n.

Tal es lo que les sucede a los nacionalistas en Catalu帽a, que, su recalcitrante unilateralismo rebota, por lo pronto, contra la Constituci贸n, y tambi茅n frente a la voluntad general del pueblo espa帽ol, que, a mi juicio, en su mayor铆a, no le gusta que una minor铆a del mismo, queri茅ndose salir con la suya, desobedezca las leyes y pretenda usurpar porque s铆 la soberan铆a nacional y su derecho a decidir sobre la integridad territorial de Espa帽a y la unidad del Estado. Los ciudadanos tienen claro que, lo que a todos ata帽e debe por todos ser aprobado; y este es un derecho pol铆tico del que nadie desea abdicar y, menos, para dar contento a un nacionalismo vanidoso y excluyente, que, con su infatigable propaganda y artificioso victimismo, construye una memoria hist贸rica con grotescas mentiras y mide siempre las cosas con el metro del supuesto agravio, dividiendo radicalmente la convivencia m谩s all谩 de la raz贸n, como bien se ve, en Catalu帽a, parti茅ndola en dos.

Los nacionalistas, adornados de himno, etnia, clan y lengua, en la actualidad carentes de pensamiento pol铆tico racional, suponen que, con las planeadas fechor铆as y disturbios de octubre de 2019, y las que a煤n prosiguen, de instigada protesta contra la sentencia consabida del Tribunal Supremo, progresar谩n, m谩s all谩 del derecho positivo, hacia la meta de la independencia m谩gica, ayud谩ndose, con tales sucesos de barricada, teledirigidos, a llevar agua nueva a su viejo molino secesionista, de agitadas aguas turbias contra Espa帽a; sin embargo, pienso que ning煤n logro pol铆tico han de conseguir, en su ilusi贸n y meta, por este extraviado modo de protesta.

Ocurre que, al contrario, con su p茅rdida del sentido de la convivencia, sus estallidos emocionales, su mirar de superioridad, su sobreabundancia de resentimiento, su avasallamiento en las instituciones que dominan, han fortalecido una resistencia, de defensa y reacci贸n, para contrarrestar el escamoteo en Catalu帽a de la Constituci贸n espa帽ola; a m谩s, con su sedicioso desenfreno, han sobrecargado su desprestigio, ya penoso, a la hora de hacer memoria democr谩tica en Espa帽a, por su absoluta indignidad, patente, cuando no se les da la raz贸n, porque ignoran la ley, con avidez anticonstitucional.

Los separatistas no pueden existir sin desear la independencia, pero, 驴c贸mo pueden pedir a Espa帽a, com煤n colaboraci贸n a la obra de la independencia de Catalu帽a? 驴En qu茅 cabeza cabe, tal acogida y apoyo? En esto deben renunciar a toda esperanza; hay un dualismo inconciliable, una combinaci贸n imposible. No creo posible soluci贸n alguna que no descanse en la Constituci贸n espa帽ola y, en lo esencial de ellos, la independencia, nunca habr谩 acuerdo, por mucho que, forzando la marcha, con intemperancia y reacci贸n agresiva, los secesionistas se den perfil y relieve en la calle, con el triste espect谩culo de la violencia. Si pudieran, impondr铆an la independencia a sablazos y culetazos. Quieren alcanzar la independencia de la manera que sea. Pero, cuidado, con estos sembradores de radicalidad, que, desde el poder p煤blico, defienden los disturbios en las calles para hacer 鈥渧isible el conflicto catal谩n鈥 y piden a los cretinos, de 鈥渋ndependencia o barbarie鈥, que 鈥渘o aflojen鈥. La apelaci贸n a la violencia es un aviso para muchos ciudadanos conscientes, pues expone a serios peligros la convivencia. 隆Bien me acuerdo de las acometidas brutales y tr谩gicas del separatismo vasco debelador!

Para estas col茅ricas gentes, el derecho de manifestaci贸n, no tiene reglas, de manera que, a su ver, en la protesta, es leg铆timo obstaculizar las v铆as p煤blicas, producir da帽os en v铆as f茅rreas, destrozos de calzada, ocupar aeropuertos o estaciones de ferrocarril, romper se帽ales de tr谩fico, destruir sem谩foros, quemar contenedores, impedir la libre circulaci贸n de personas y de mercanc铆as, etc., y ello, pareciera que, necesariamente, sin responsabilidad de clase alguna. Un da帽o no deja de ser da帽o porque lo causen los separatistas. Ni la impunidad del hecho borra el estigma de su ilicitud. No se puede dejar hacer impunemente; hay que exigir a los implicados (autores, c贸mplices, inductores, cooperadores), la correspondiente responsabilidad jur铆dica, por los da帽os en los bienes de dominio y uso p煤blico. No hay eximente o causa de justificaci贸n, ni procede socializar esos da帽os. La exenci贸n de responsabilidad personal, de darse, por dejar pasar, ser铆a el camino m谩s recto para desmoronar el ordenamiento jur铆dico, al relativizar su valor normativo y social; por tanto, hay que perseguir y sancionar estos desmanes, que son mucho m谩s que una carga molesta para la ciudadan铆a.

Las riendas de Espa帽a no pueden estar en manos de los nacionalistas, si queremos que toda Espa帽a sea cuna de la patria com煤n. Contemplando, en la etapa democr谩tica, la debilidad de los Gobiernos de Espa帽a ante los nacionalismos, flaqueza a la que alud铆 en p谩ginas precedentes, no es de extra帽ar que, en nuestros propios d铆as, a los separatistas consistentes se les abra el apetito maximalista y pretendan subirse a las barbas del Estado, queriendo que la tolerancia liberal, las instituciones democr谩ticas y los muchos nos postremos ante los pocos, aceptando hasta la 煤ltima de sus palabras. Parece superficial decir que, nada es posible con independencia de la Constituci贸n y de la opini贸n del resto de los espa帽oles, que deseamos vivir convidados en la amistad, sin fronteras artificiales, sin sobresaltos, sin tristeza amarga.

Pienso que, los secesionistas, con sus formas extremas, se equivocan por completo, enga帽ados por su etnocentrismo. Cabe suponer que la democracia espa帽ola, gobernada por reglas, y prudente, no va a aceptar la deconstrucci贸n hist贸rica de Espa帽a, dando pasos atr谩s medievales, ni a renunciar, en favor de privilegios, a los mismos derechos de ciudadan铆a para todos, en cualquier parte del territorio nacional, y tampoco creo que constitucionalmente se vaya a condescender en el reconocimiento de un derecho de autodeterminaci贸n que estimular铆a otras peticiones, con finalidad segregadora y efecto destructivo, que desgajar铆an Espa帽a. Entre el separatismo y Espa帽a, que no es una mera estatua, hay un abismo infranqueable y fines incompatibles, que impiden una emp谩tica atenci贸n. Con muy buen sentido, la secesi贸n no es una alternativa soportable, para una vasta mayor铆a de espa帽oles, por sus excesivas implicaciones negativas, que parecen innegables.

En los art铆culos que anteceden, expres茅 mi parecer, en exposici贸n de rasgos muy generales, de c贸mo se conducen social y pol铆ticamente estos retr贸grados y antidemocr谩ticos nacionalistas, de prop贸sitos absolutos y pol铆ticas de identidad 茅tnica-ling眉铆stica, se帽alando de manera evidente, creo, su repetida falta de decencia b谩sica, en el aspecto intelectual y pol铆tico, su modo insensato de actuar institucionalmente, y su conducta de unilateral ruptura constitucional, que, sin contenci贸n, genera peligros para la democracia (v. gr., conductas desligadas de las leyes, en 1931, 1934 y 2017). Digo entonces que, por mi parte, carece, en cierto modo, de sentido, seguir pasando revista, y contestaci贸n decidida, a este nacionalismo estrecho, mezquino y desmembrador, que es ant铆tesis diametral de mi sentir comunitario, es decir, de puro goce de uni贸n de los espa帽oles; de modo que, aqu铆 y hoy, para minimizar mi ansiedad y preocupaci贸n, me aparto de continuar escribiendo la etopeya, seg煤n yo la veo, de este agobiante nacionalismo, inmoderado y rabiosamente sectario en sus decires, pensares y haceres, que tan mal soporta el fracaso y que, en esta hora, sin rasgos de cordialidad, me empieza a dar miedo, con su contumaz desleal intransigencia (鈥渓o volveremos a hacer鈥), que es propensi贸n natural de estos protestatarios de acci贸n dislocada, que niegan la realidad viva de Espa帽a, a la quieren mutilar.

Este estado de las cosas, no s茅 ad贸nde ir谩 a parar. Nadie lo sabe. Empero, claro est谩, nada es leg铆timo por encima de la Constituci贸n. La imagen de este nacionalismo de grito de batalla, de esl贸ganes manipuladores que prometen certezas, de fan谩ticos devotos que le dan expresi贸n hist茅rica en su actividad, es, en toda su exuberancia, de incivilidad estridente y agresiva. Y esto, no se puede, en ning煤n modo, olvidar. As铆 es. Yo, por supuesto, rechazo ese modo de proceder.

De estos segregadores, me resulta inaceptable la vulgar charlataner铆a de sus solemnes discursos, los perversos embustes frente a la ciudadan铆a, los puntos de vista rudimentarios sobre el derecho, la democracia incontrolada que pregonan, la pretensi贸n de usurpar el poder constituyente espa帽ol, el estado de cosas inconstitucional que han generado en Catalu帽a, la fractura social que causan, los disturbios que alimentan, la libertad que se arrogan para destruir Espa帽a y, mostrando m谩xima hostilidad, presentarla como villana; en suma, el desv铆o de la ley, la barbarizaci贸n de la pol铆tica y la perversi贸n del sistema democr谩tico, queriendo pasar, con su arbitrariedad, por encima o m谩s all谩 de la Constituci贸n y el Estado de Derecho. Sin respetar las normas generales y el m茅todo legal de reforma, no hay posibilidad de vivir juntos en paz. La Constituci贸n espa帽ola es el baremo, el patr贸n com煤n de cualquier soluci贸n pol铆tica pac铆fica, el lugar de la libertad democr谩tica, de las restricciones y de las soluciones posibles.
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Villar铆n



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MensajePublicado: Dom Oct 08, 2023 12:04 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Con admiraci贸n profunda a los ciudadanos que, en Catalu帽a, sin desfallecer, le ponen cuernos al nacionalismo obligatorio, combaten la miseria moral del separatismo alzado, y defienden la unidad constitucional de Espa帽a.
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Villar铆n



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MensajePublicado: Mar Oct 17, 2023 7:01 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Leo en el diario La Vanguardia, del 6 de octubre de 2023, que: Fuentes socialistas aseguran que 鈥渆n ning煤n caso la autodeterminaci贸n est谩 en la agenda del PSOE鈥; y en el peri贸dico el Pa铆s, del d铆a 16 de octubre de 2023, que 鈥淓l 鈥榩resident鈥 defiende que la consulta sobre la independencia es 鈥減osible, legal y viable鈥 y rechaza que se deban pronunciar los electores de Espa帽a鈥.

A) Sobre la primera noticia, un recordatorio ideol贸gico

No hace muchos a帽os, en una TV espa帽ola, escuch茅 a un exministro que estuvo en el primer gobierno socialista, decir esto: que, el PSOE, en sus resoluciones congresuales nunca hab铆a estado a favor de la autodeterminaci贸n de los pueblos de Espa帽a. Record茅 al instante que, en mi biblioteca tengo el libro titulado PSOE, Serie Pol铆tica 1, del que son autores Francisco Bustelo, Gregorio Peces-Barba, Ciriaco de Vicente y Virgilio Zapatero, editorial Avance, 1976, y que recoge las Resoluciones del XIII Congreso del PSOE, celebrado en octubre de 1974 (Congreso de Suresnes). Una de estas Resoluciones, se titula: 鈥淣acionalidades y regiones鈥, y, all铆, de manera expresa se reconoce el derecho de autodeterminaci贸n 鈥渄e las nacionalidades鈥 que 鈥渋ntegran el Estado espa帽ol鈥, como puede verse escrito en las p谩ginas 51 y 52, de las que transcribo textualmente:

鈥淎nte la configuraci贸n del Estado espa帽ol integrado por diversas nacionalidades y regiones marcadamente diferenciadas, el PSOE manifiesta que:

鈥1.潞 La definitiva soluci贸n al problema de las nacionalidades que integran el Estado espa帽ol, parte indefectible del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminaci贸n de las mismas que comporta la facultad de cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado espa帽ol.

鈥2.潞 Al analizar el problema de las diversas nacionalidades el PSOE no lo hace desde una perspectiva interclasista del conjunto de la poblaci贸n de cada nacionalidad sino desde una formulaci贸n de estrategia de clase, que implica que el ejercicio espec铆fico del derecho de autodeterminaci贸n para el PSOE se enmarca dentro del contexto de la lucha de clases, y del proceso hist贸rico de la clase trabajadora en la lucha por su completa emancipaci贸n.

鈥3.潞 El PSOE se pronuncia por la constituci贸n de una Rep煤blica Federal de las Nacionalidades que integran el Estado Espa帽ol por considerar que esta estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integren el Estado Federativo.

鈥4.潞 El PSOE reconoce igualmente la existencia de otras regiones diferenciadas que por sus especiales caracter铆sticas podr谩n establecer 贸rganos e instituciones adecuados a sus peculiaridades.鈥

Y, adem谩s, en dicha resoluci贸n, tal reconocimiento del derecho de autodeterminaci贸n se presentaba con car谩cter de ineludible; en este sentido, en la p谩gina 50 del citado libro, se puede leer: 鈥5. El PSOE entiende que el restablecimiento de la democracia en Espa帽a requiere con car谩cter inexcusable las medidas siguientes: (鈥) 鈥済) Reconocimiento del derecho de autodeterminaci贸n de todas las nacionalidades ib茅ricas.鈥

As铆 pues, el exministro estaba en un error, es decir, ten铆a un conocimiento equivocado de la historia del PSOE sobre esta cuesti贸n, aunque, por ventura, tal se帽or, como la mayor铆a de los socialistas, entonces y ahora, no han estado y no est谩n, creo, en pro del reconocimiento del derecho de autodeterminaci贸n en Espa帽a, pese al doctrinarismo mencionado, y, con la excepci贸n, de bastantes militantes del PSC, que s铆 lo est谩n, aunque disimulan con inaceptable hipocres铆a. A m谩s, en su intervenci贸n, el exministro hizo defensa de la integridad territorial y soberan铆a de la naci贸n espa帽ola, punto de vista en el que coincidimos, pues, a m铆 tampoco me van las acciones pol铆ticas disgregadoras de Espa帽a, que me producen amargura. Espero que no llegue nunca el momento en que, los socialistas, abducidos por los separatistas, les acucie la tentaci贸n de la autodeterminaci贸n, que la Constituci贸n no prev茅.

La autodeterminaci贸n fuera de los supuestos normativos fijado por la ONU (en su Resoluci贸n 1514), bien conocidos, no existe; y, por eso no se reconoce en los ordenamientos jur铆dicos de los pa铆ses de la UE, por limitarme a este espacio pol铆tico compartido por nuestro pa铆s.

Este entreverado de autodeterminaci贸n y nacionalidad, esto es, de la 鈥渁utodeterminaci贸n de todas las nacionalidades ib茅ricas鈥, me trae a la memoria, como complemento a lo acabado de transcribir, a Peces Barba, otra vez, que, como se帽al茅, fue coautor del libro antes referido y, a帽os m谩s tarde, miembro de la Comisi贸n Constitucional del Congreso, con ocasi贸n de los trabajos parlamentarios sobre la redacci贸n de la Constituci贸n de 1978, y, en fin, uno de los llamados 鈥減adre de la Constituci贸n鈥; y bien, este cultivado profesor, en alg煤n momento de aquellos debates, dijo que: 鈥淒amos por sentado que Espa帽a, como naci贸n, existe antes de la Constituci贸n. [鈥 Ese hecho no lo negamos. [鈥 Pero Espa帽a es una naci贸n de naciones y esto no es nuevo, porque esto es el Reino Unido de Gran Breta帽a y del Norte de Irlanda, esto es B茅lgica, esto es Checoslovaquia, esto es Yugoslavia y no se puede decir que no sea esta realidad una realidad sin peligro ninguno de separatismo, sin peligro ninguno de ruptura de esa unidad鈥︹.

En la actualidad, este mantra lo repiten algunos socialistas espa帽oles, cuyos nombres est谩n en la mente de todos; el m谩s relevante en este momento, vuelve a decir, que 鈥淓spa帽a es una naci贸n de naciones. Catalu帽a es una naci贸n dentro de otra naci贸n que es Espa帽a, como lo es tambi茅n el Pa铆s Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer鈥. Es decir, se quiere una Espa帽a sin Espa帽a.

Est谩 visto, que lo inesperado tambi茅n acontece. Todos sabemos c贸mo acab贸 Yugoeslavia; c贸mo disuelta Checoslovaquia, por muy suave que fuera la separaci贸n; nadie ignora las graves tensiones existentes a煤n en el Reino Unido, con el Norte de Irlanda y las intenciones secesionistas permanentes de Escocia; y qu茅 decir de la admirable fraternidad que hay en B茅lgica, que, de haber en su ordenamiento jur铆dico un derecho de autodeterminaci贸n a voluntad, la unidad estatal estar铆a disuelta, al momento.

El concepto pol铆tico y jur铆dico de naci贸n no es una nonada, ni debe relativizarse a costa de la impotencia de la idea de Espa帽a, como patria com煤n de los espa帽oles. Los nacionalistas quieren desbaratar a Espa帽a, para seguir solos su propio camino y existir al margen de la esfera de control constitucional. No quieren vivir en un territorio com煤n y con valores constitucionales similares. Ans铆an cuajar un Estado catal谩n soberano, seg煤n dicen, para tratar a Espa帽a de t煤 a t煤, de potencia a potencia, de soberan铆a a soberan铆a, y, en este af谩n, sin mesura, la pol铆tica la han reducido a oposici贸n entre amigo y enemigo, que es odio e irracionalismo ciego, contra Espa帽a.

No es buen camino el de coadyuvar a socavar Espa帽a, a dividirla, a enconarla. No m谩s Espa帽a dolorida, sino amor por Espa帽a. Espa帽a une, no separa.

B) Sobre la supuesta viabilidad de la autodeterminaci贸n


El separatismo es una aspiraci贸n da帽ina para Catalu帽a, para Espa帽a, que amenaza con mutilarla y, por emulaci贸n disgregadora, para la Uni贸n Europea.

La endemia catalanista-separatista, que tantas energ铆as y tiempo hace perder a Espa帽a, nunca es de trato agradable y con mucha frecuencia es de pasi贸n bruta, de lo que es un buen ejemplo la DUI de 2017 y, con anterioridad, en el ayer no tan cercano, los desleales actos pol铆ticos unilaterales acaecidos en los a帽os de 1931 y 1934. No puede desconocerse que, mientras los secesionistas alardean de educaci贸n democr谩tica, quiebran la legalidad que se expresa en la Constituci贸n de 1978, as铆 como en el Estatuto de Autonom铆a de 2006, declarando unilateralmente la secesi贸n de Catalu帽a, si bien, ciertamente, no logrando ser efectiva; y lo han hecho con el poder p煤blico en la mano, como representantes ordinarios del Estado en la Comunidad de Catalu帽a.

Los secesionistas, 驴con qu茅 derecho pretenden deshacer Espa帽a? Un refer茅ndum de autodeterminaci贸n de Catalu帽a no lo puede convocar legalmente el Gobierno de la Generalidad, por carecer de competencia; ni lo puede pactar con el Gobierno de la naci贸n, porque este tampoco tiene esa competencia. La independencia de una parte del territorio nacional, es una decisi贸n de soberan铆a; por tanto, una atribuci贸n decisoria que, constitucionalmente, es exclusiva del poder constituyente, esto es, al cabo, del conjunto del pueblo espa帽ol, seg煤n dispone el art铆culo 1.2 de la Constituci贸n espa帽ola (CE); precepto que 煤nicamente puede ser reformado, conforme al procedimiento previsto en el art铆culo 168 de la CE.

Entretanto esa reforma constitucional no sea aprobada, en la forma procedimentalmente preceptuada y en refer茅ndum ratificada por el pueblo espa帽ol, ning煤n poder p煤blico constituido puede proceder a una convocatoria con la finalidad anhelada por los secesionistas, por falta de habilitaci贸n legal. Lo que a todos ata帽e debe por todos ser aprobado. Ignoro por qu茅, los nacionalistas separatistas, que saben hacer todas las cosas mejor, no acaban de comprender cosa tan elemental, como este principio democr谩tico b谩sico, ajustado a la legalidad. La democracia espa帽ola es algo m谩s que una parte del pueblo, demag贸gicamente soliviantado en las calles y plazas de Catalu帽a, desligado de las leyes, decida por todos sobre el todo. Esto es opuesto al autentico pensamiento democr谩tico. En democracia, sobre Espa帽a, hay que contar con todos los ciudadanos que integran el cuerpo electoral.

No niego que hay distintas maneras de sentirse espa帽ol o, simplemente, de no sentirse tal, como acaece entre algunos ciudadanos, cual los renuentes aludidos. En verdad, existen muchas variedades de mentalidad, pues con ojos de muchas clases se ven las cosas de muchas maneras. Empero, estimo que una lengua y cultura propia, no puede dar a nadie privilegios generales. Por encima del inter茅s general de Espa帽a no debe prevalecer el desmedido inter茅s particular de sus partes. Espa帽a es una evidencia, no es un postizo, una carcasa jur铆dica, una nader铆a; tiene base antigua y seculares cimientos edificadores. Espa帽a tiene vida sustantiva propia, que nadie puede enervar unilateralmente, por sandio desd茅n hacia lo espa帽ol. La ciudadan铆a espa帽ola, hoy, en su gran mayor铆a, en su sentimiento nacional, se sabe parte constitutiva de una consolidada comunidad hist贸rica, pol铆tica y espiritual, con conciencia estable de solidaridad y pertenencia, que es, en sentido propio, Espa帽a, la naci贸n espa帽ola, para todo el que la quiera.

Dej茅monos de tapujos y de vacuo parloteo. Social y pol铆ticamente hay que contrarrestar y no ceder a las tendencias separatistas, que dividen a los espa帽oles, a fin de que todos podamos vivir colectivamente con los dem谩s, sin privilegios y en igualdad de derechos. Diversidad no es antagonismo, por tanto, nada impide ser, de verdad, conciudadanos. La autonom铆a pol铆tica de Catalu帽a, que le da un gran poder de autogobierno, al celo separatista le produce escas铆sima satisfacci贸n. Mas fuera de la Constituci贸n, nada puede ser. El catalanismo consciente sabe o, debe saber, que la soluci贸n de convivencia que permite hacer fecunda la rica personalidad de Catalu帽a en la unidad diversa de Espa帽a es la Constituci贸n espa帽ola, que, como todo producto hist贸rico, es contingente y perfectible. Esto es lo que dicta la ley, el sentido com煤n y el entretejido hist贸rico espa帽ol.

Cuando de lo que se trata es de Espa帽a, que abarca la totalidad nacional del pueblo espa帽ol y debe prevalecer y preservarse, hemos de proteger el valor colectivo de unidad de la naci贸n espa帽ola, rechazando de plano las exigencias separatistas de di谩logo, negociaciones y pactos que, con patente exceso, superen la Constituci贸n espa帽ola, que es expresi贸n de la voluntad general de los ciudadanos espa帽oles. No se puede poner confianza pol铆tica en el nacionalismo separatista, que niega el todo y no admite matices ni medias tintas y, al cabo, es un lastre para la convivencia.

En esta 茅poca, los actuales figurones pol铆ticos, separatistas de mayor talla, sin duda son especialistas en embrollos, en poner trampas al Estado, en desd茅n a la ley y al derecho, en excitar sin mesura a sus secuaces. Empero as铆 no se resuelve nada. Espa帽a no es una hoja seca que la brisa separatista, ventolera a veces, pueda llevar por delante, a voluntad. Espa帽a es consciente de s铆 misma, de su unidad nacional, de su esp铆ritu integrador, de su orientaci贸n en la confirmaci贸n de la colectividad espa帽ola, y no va a quedar a merced de las insolencias y desafueros del separatismo, que, en su actuar en la vida p煤blica, todo lo quiere seg煤n su capricho, aunque no sean due帽os de todas las cosas.

Como ciudadano espa帽ol, de ninguna manera dar茅 por buena la arbitraria disociaci贸n unilateral ni, por supuesto, el ninguneo de mi derecho a decidir con pleno albedr铆o, sin violencia ni atropellos de nadie, sobre el destino de Espa帽a o de sus pueblos. No estoy dispuesto a dejarme imponer por el separatismo virulento, de formulaci贸n elemental, que no se modera ni se queda en lo constitucionalmente posible y al que, el solo nombre de Espa帽a le crispa los nervios y le excita su torvo desamor. En fin, frente a los dinamiteros de la Constituci贸n, defiendo 茅sta y el resto del ordenamiento jur铆dico y, por ende, defiendo la naci贸n espa帽ola, completa en s铆 misma, de talante liberal y democr谩tica, diversa en su unidad y plena en su soberan铆a nacional.

Villar铆n
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Villar铆n



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MensajePublicado: Mie Nov 13, 2024 6:34 pm    T韙ulo del mensaje: De la mala pol铆tica Responder citando

De la mala pol铆tica

Aprecio el valor de la Constituci贸n y la eficacia del Estado de derecho, con su racionalidad jur铆dica, siempre perfectible. Me complace la democracia, pero gobernada; con poderes p煤blicos regulados y actos de poder controlados. Soy de actitudes y convicciones moderadas, pero concorde con los anhelos renovadores para el desarrollo del pa铆s y con los cambios sociales, con af谩n de perfecci贸n y progreso. El reformismo bien entendido procura un cambio con voluntad de ir hacia adelante, mejorando las cosas, pues, en eso consiste el progreso, en dar pasos hacia adelante. La injusticia social me parece insoportable y germen del rencor de la miseria. Una cosa m谩s, de liberal convivencia, en democracia, el espacio p煤blico debe ser laico y universal, de todos, y el adversario debe ser escuchado, suele tener tambi茅n algo de raz贸n. Y respetado, como exigencia de una convivencia pac铆fica duradera.

Por eso, sin ret贸rica huera, digo que la concordia debe ser siempre un valor nacional. Si hay dos Espa帽as, como dicen, yo no quiero estar con alguna de las dos, si son iguales en los excesos y en la inquebrantable perseverante discordia, que socava, divide y encona. 驴Qu茅 hay de aprovechable en los disentimientos eternos, en los rencores consolidados, en la ira que destruye, en los odios rec铆procos, en la violencia verbal? Yo no soy de ellos ni de ellos. Estoy pr贸ximo a los juntadores, a los integradores, no a los que desunen y polarizan, que me llenan de consternaci贸n. No me van las ataduras dogm谩ticas, el sectarismo pol铆tico, las insensatas bander铆as, las consignas beligerantes, la implacable vieja pol铆tica, que ve al adversario como enemigo, sino la serena pluralidad de gestos, voces y discursos templados y sanos para la vida en com煤n.

En mi vida y pensamiento no me gu铆o por planteamientos dogm谩ticos, sino por los principios y valores que me parecen m谩s adecuados y que mi raz贸n y entendimiento me recomiendan y, pienso, que la pol铆tica debe estar basada en el compromiso y en la reconciliaci贸n, no en levantar muros y, con funesto desd茅n, dar la espalda al otro. Esto aboca a la colisi贸n. Reclamo que, la voluntad de acuerdo, el consenso y la lealtad constitucional sean permanentes bienes democr谩ticos y, por tanto, factores de normalidad institucional, de estabilidad y progreso. Yo quiero una Espa帽a abierta, vividera, constructiva y cordial de los unos para con los otros. En esta idea de concordia, no me dejo confundir y me mantengo firme. 驴No es posible el esfuerzo aunado, hombro con hombro, o hemos de seguir en la putrefacci贸n de la pol铆tica, de espalda contra espalda? 驴Se puede llegar a un mayor grado de insensatez? Aqu铆 dejo mi protesta.

El inter茅s colectivo es nuestro propio inter茅s de ciudadanos. Hoy oigo las mismas diatribas de ayer, de anteayer y de siempre, en las relaciones entre los partidos, con alguna salvedad; sin embargo, hay tareas nacionales, quehaceres, que son impostergables, nuevos deberes, que no son pol铆tica de menudencias y que, por sus dificultades, exigen integraci贸n de fuerzas y obra de armon铆a, sin inflaci贸n de estridencias. La situaci贸n de Espa帽a exhorta al compromiso. Necesitamos l铆deres que aglutinen, que no sean altaneros, ni arrogantes, ni retadores, que no usen frases vejatorias y desmerecedoras de la reputaci贸n ajena, que no se sientan incompatibles, y que reconozcan el yerro propio. Debe haber menos escaramuzas oratorias, menos tumulto de partidos, y m谩s dialogo de pa铆s; transigir y dialogar inteligentemente. Me irrita profundamente esa oposici贸n absoluta e irreconciliable, en casi todo, entre los partidos nacionales, de repulsa neta e instintiva, sin conciliaci贸n posible, sin buscar terrenos y ambientes de uni贸n y colaboraci贸n en pro de Espa帽a y del conjunto de los espa帽oles.

Es triste y depresivo ver que los dos partidos nacionales mayoritarios no hacen otra cosa que despreciarse, en actitud deplorable, en vez de buscar consensos y gestos de entendimiento al servicio de la perfecci贸n de la vida nacional, al servicio de una naci贸n vigorosa, saludable, vital y din谩mica; sin embargo, su disposici贸n es precisamente inversa y, se vislumbra una continuidad desalentadora. No hay debates serenos de ideas y programas sino ataques sin piedad entre contrincantes, y rencor brutal de ideolog铆as enfrentadas, que hacen que no sean posibles vasos comunicantes. 驴Qu茅 hacemos con estas gentes de hosca griter铆a? La democracia, por lo visto, tambi茅n es esto. Yo no voy, como es natural, a solucionar estos desencuentros.

Esta es mi opini贸n. Habr谩 quien diga鈥, pero reh煤yo discutir.

Villar铆n
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Yosco



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MensajePublicado: Jue Nov 14, 2024 1:27 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Te leo, comprendo y comparto, amigo Villar铆n. Y no puedo dejar de ser pesimista, tanto en el caso de nuestra casa com煤n, Espa帽a, como en el de nuestra casa compartida del mundo. El trasiego de noticias falsas, los intereses espurios de la pol铆tica, la necedad de los negacionismos o la impunidad criminal de los poderosos en las guerras y los genocididos, me hacen flaquear y sentir que la especie humana es -con todos sus recursos y avances- ignorante en lo colectivo, ego铆sta en lo particular, ciega ante los acontecimientos y contumaz en los errores. Contemplar c贸mo un pueblo americano elige a un multimillonario golpista y reo de un mont贸n de delitos monetarios y de todo tipo, mentiroso en todo y todas las ocasiones de la manera m谩s c铆nica imaginable, como presidente, diciendo lo que dice y hace, es como para pens谩rselo dos veces. Hitler tambi茅n minti贸, difundi贸 bulos, alent贸 a las masas para derribar el poder y orden democr谩tico, comparti贸 c谩rcel, cometi贸 delitos y graves cr铆menes contra la humanidad antes y despu茅s de ser elegido por un pueblo alem谩n entusiasta, para acabar con el r茅gimen democr谩tico con un golpe de estado. Ahora, disfrazado de Trump, asalta la Casa Blanca y asalta el orden mundial, pues est谩 al frente de la mayor superpotencia de los tiempos actuales.

En fin, pensar谩s que 茅stas son otras historias ajenas a las tristes historias de Espa帽a. Creo, sin embargo, que apenas podemos dejar de ser un reflejo de nuestro entorno europeo y ser ajenos a las exigencias de los americanos. Por eso, tristemente, Trump recibe la alegr铆a y abrazo entusiasta de los espa帽oles que votan a Vox, los italianos de Meloni, los h煤ngaros o los polacos. Y los palestinos desaparecer谩n del mapa y la historia a manos de los israelitas. 驴Podemos escapar a todo esto? Me gustar铆a saber c贸mo.
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